No habrá en los próximos años un partido tan trascendente como el de hoy. A partir de estos 90 minutos todo puede ser diferente en la vida deportiva e institucional de Huracán Las Heras. El guiño cómplice de la diosa fortuna debe ser tomado como tal.
Desde las 20, en un estadio del Bicentenario que tendrá su capacidad colmada, el Globo lasherino enfrentará a Boca Juniors por primera vez en su historia.
Mientras que Boca llega con el rodaje que le dieron sus más de 15 partidos disputados hasta el momento en la temporada, Huracán LH llegará sin haber disputado siquiera 90 minutos de fútbol formal.
Sin embargo, la gran apuesta de Marcelo Vázquez y su cuerpo técnico pasa por el estado anímico de sus jugadores. “Queremos tocar la fibra íntima. Quizás no haya equivalencias entre los planteles, pero somos once contra once dentro del campo de juego”, dicen. Y sueñan con un triunfo que los meta para siempre en la historia grande del fútbol argentino.
Más allá de no haber podido realizar un encuentro formal de fútbol, el plantel llegó a San Juan convencido de que la hazaña es posible. “A Boca se le gana metiendo, River lo demostró”. Quien habla es Federico Giussepponi, defensor que hoy estará en el banco de los suplentes esperando su oportunidad. En ese convencimiento se apoyan las bases de la esperanza lasherina.
Del otro lado, un Boca Juniors que todavía no se puede recuperar del duro golpe que significó la eliminación de la Copa Libertadores a manos de River Plate pondrá en cancha a sus mejores figuras.
El “Vasco” Arruabarrena no quiere sorpresas como las del pasado domingo, cuando su equipo cayó 3-0, como local, ante Aldosivi de Mar del Plata.
“Es cierto que el juego es importante, pero acá lo que interesa es pasar de fase”, anunció el DT, dejando en claro que lo único definitivo será el marcador final.
Ante un marco repleto, se esperan más de 8 mil almas lasherinas acompañando este momento histórico del equipo. “La idea es inyectar una dosis extra de confianza y motivación a los jugadores”, anunció un simpatizante que esperaba para conseguir su entrada.
No habrá día más importante que el de hoy, Globo. Que mañana la historia te recuerde.