Que la cuenten como quieran

Mendoza sigue mostrando un crecimiento sostenido de sus jóvenes deportistas, ahora con el segundo lugar en los Juegos Binacionales.

Que la cuenten como quieran
Que la cuenten como quieran

Hasta Barcelona 92 el balance olímpico español era muy pobre. En 16 participaciones, solo se habían logrado 26 medallas, cinco de ellas de oro. En Barcelona se consiguieron 22, 13 de oro, siete de plata y dos de bronce, un éxito que no ha vuelto a repetirse y que no hubiera sido posible sin el plan ADO (Asociación Deportes Olímpicos).

Una iniciativa para apoyar deportiva y económicamente a los deportistas de élite de cara a la cita olímpica de Barcelona. Por primera vez en la historia del deporte español, patrocinadores privados asumieron parte de la financiación de planes específicos de preparación para unos Juegos.

Fue la rebelión de los humildes y un trabajo que se comenzó a implementar en todo el mundo.  Argentina tomó el ejemplo con la creación del Enard y la subvención con la plata de los celulares y Mendoza decidió darle a quienes habían quedado afuera de ese proyecto.

Así como en aquella oportunidad España pasó de perdedor a exitoso, Mendoza está viviendo esa transición. En silencio, pero sin pausa, el deporte de nuestra provincia trabaja en las bases con un apoyo a sus deportistas que va dando importantes frutos.

Por eso esta semana es imposible que no se piante un lagrimón. La actuación de Mendoza en los Juegos Binacionales fue soñada y consagratoria.

Los chicos se quedaron con el segundo lugar detrás de Metropolitana, que es Santiago de Chile, pero superaron a todas las otras delegaciones argentinas, especialmente a Córdoba, que es una potencia en el país. Hay que recordar que estos Juegos son reservados para deportistas menores de 18 años, y eso demuestra que hay futuro.

Mendoza históricamente tuvo problemas para el desarrollo de sus deportistas por la distancia que tiene con las grandes urbes, pero ya encontró cómo hacer el desarrollo sin que las distancias sean una barrera.

Lo ocurrido esta semana en Córdoba es el claro síntoma de un trabajo que comienza ser tangible y la clara muestra del resultado que puede obtenerse de la combinación de deportistas, dirigentes y Estado.

Se abre una puerta importante, más teniendo en cuenta que estamos muy cerca de los Juegos Olímpicos de la Juventud que se disputarán el año que viene en Buenos Aires. Los Binacionales fueron también la confirmación de que no es casualidad que Mendoza tenga a una veintena de deportistas con grandes chances de clasificarse.

Se abre una puerta enorme de cara a lo que viene. Porque muchos dirán que “no se ha ganado nada”, pero lo cierto es que cuando uno pretende ser el mejor en lo que hace lo primero es destacarte en tu región. Sólo así se puede aspirar a más. Eso ha hecho Mendoza. El primer paso está dado. De otra manera, es decir, si los resultados no hubieran acompañado, tendríamos el horizonte mucho más acotado, porque el trabajo sería tratar de igualar o superar a los vecinos. Este no es el caso.

Lo más importante, a mi juicio, es que más allá del fútbol femenino que estuvo muy lejos, los deportes de conjunto estuvieron en los primeros planos.

Ahí es dónde uno ve el trabajo, porque en las disciplinas individuales se puede tener talentos naturales y apoyarse en ellos, pero en las de equipo es necesario un trabajo mancomunado, no hay otra receta. De hecho, la Selección Argentina tiene hoy a Messi y no por ello gana todo lo que juega.

La Liga Mendocina debería leer las alertas que les han dejado estos Juegos.

En cuanto al resto. El trabajo realizado en natación dio sus frutos con las chicas que lideraron su segmento, al igual que el atletismo que logró afianzarse al tope de la general superando a los deportistas de Metropolitana, que son parte de la selección de Chile. En lo que respecta al basquet, la medalla de oro en las dos ramas hace que se aplauda sin parar a todo el trabajo que está haciendo Ricardo Oyarce y su equipo en la Federación.

Ganarle una final a Córdoba, una de las potencias basquetbolísticas del país, y una a Metropolitana (habitualmente llevan a deportistas de las selecciones nacionales de Chile) es fenomenal.

Y no podemos olvidar al balonmano, en donde un oro y una plata hablan por sí solas. También el vóleibol con el segundo lugar de los varones y el bronce de las chicas tiene sobrados motivos para celebrar. Hay que destacar el trabajo técnico que se viene realizando desde hace tres años a partir de una decisión dirigencial.

La formación continua de los dirigentes, la tecnificación de sus deportistas la inversión del estado a la Marca darán buenos resultados, hay que pensar a los Binacionales como el primer escalón internacional en la carrera deportiva de muchos chicos, Florencia Szigheti (natación), o Guillermo Ruggieri (atletismo) son ejemplos de hasta dónde se puede llegar después.

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