La guerra de Corea enfrenta a los EEUU con Corea del Norte: En 1948, Rusia deja Corea tras establecer un partido comunista y un conductor o líder que iniciará la monarquía de los Kim. Éste había luchado con el Ejército Rojo en Manchuria. Desde entonces gobernará hasta ahora la familia de los Kim. Kim il-Sung, el patriarca, realizó una reforma agraria y nacionalizó industrias. Por lo demás su gobierno fue una dictadura soviética con un tiránico culto a su persona.
En Corea del Sur, gobernaba el presidente Syngman Rhee, aliado de los EEUU, anticomunista y nacionalista, conservador. La antítesis del comunista Kim.
Ambos se consideraban mandatarios de toda la península. Esta situación no duró mucho. El ejército rojo del Norte invadió el Sur y en un rápido desplazamiento ocuparon la capital, Seúl. El débil ejército de Corea del Sur se refugió en Fusán. Los EEUU, temiendo que toda la península cayera en manos del comunismo, denunció la invasión en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas el que aprobó por unanimidad la intervención militar de la ONU en Corea (la unanimidad se logró por la ausencia del embajador de la URSS).
Las tropas de las Naciones Unidas quedaron al mando del prestigioso Gral. Douglas Mac Arthur. Las posiciones en la guerra de Corea iniciada en 1950, variaron constantemente. Primero las fuerzas norcoreanas ocuparon todo el territorio pero luego fueron empujadas hasta la misma frontera con China.
La guerra se prolongó durante tres años, con casi 2 millones de víctimas. Cuando por fin se firmó el armisticio, se acordó crear una zona desmilitarizada entre ambas Corea. Desde el fin de la guerra, sin embargo, nunca se firmó un Tratado de Paz.
A partir del cese de hostilidades, el desarrollo de ambos sectores fue muy desparejo. El Norte apoyado por la Unión Soviética, se desarrolló más rápido, superando a Corea del Sur. Posteriormente con el apoyo norteamericano y la tenacidad de su pueblo, creció en el Sur una pujante industria orientada hacia la exportación que, en poco tiempo, convirtieron a su economía en una de las más prósperas y pujantes del Asia Oriental, siendo uno de los más desarrollados Tigres Asiáticos.
Corea del Norte se transforma en una potencia nuclear y amenaza al mundo: Hace 64 años que terminó la guerra y sin embargo el odio no ha decrecido.
Como dijimos antes, sigue en el gobierno la familia de los Kim. El nuevo líder es un jovenzuelo, nieto del fundador de la dinastía, pedante, obcecado, que amenaza a todo el mundo con un holocausto nuclear. Hasta las potencias comunistas rompieron con él. La ex Unión Soviética lo hizo primero y China lo apoya muy a pesar suyo, pues supone con buena lógica que si le suelta la mano totalmente puede significar la caída abrupta del pedante y ensoberbecido patán.
Cuando se votó por primera vez sancionar su régimen por la fabricación de uranio enriquecido y lanzamiento de misiles con cabeza nuclear, China votó a favor de las sanciones.
Su gobierno es una férrea dictadura, que no admite el más mínimo disenso. Sus exportaciones son mínimas y todo el esfuerzo nacional se orienta hacia la industria bélica. El pueblo sufre grandes y continuas hambrunas. Es tan grave la situación alimenticia que se vio forzado a aceptar la ayuda alimenticia de las Naciones Unidas.
Hubo una época de relativa calma entre 1994 y 2002. durante el cual Corea prometía abandonar la investigación sobre plutonio enriquecido y EEUU flexibilizaba los embargos. Con el presidente Bush volvieron a tensarse las relaciones, ya que éste ubicó a Corea del Norte, entre los países que considera “El eje del mal”.
Decidida a convertirse en una potencia nuclear, Norcorea amenaza nuevamente a EEUU: Con el claro y definido propósito de convertirse en una potencia nuclear lanzó un segundo misil que, al igual que el anterior, voló sobre territorio japonés, poniendo a la primera potencia en la situación más difícil que haya vivido jamás.
Ante las nuevas sanciones impuestas respondió con sorna: “Si las fuerzas enemigas cuentan que vacilaremos de posición por estas sanciones, se trata de una gran ilusión”, dijo Kim.
A su vez, Han Tae Song, que representa a Corea del Norte en Ginebra, manifestó que la campaña y las sanciones que está llevando adelante el régimen de Washington, incluye la prohibición de exportación de textiles y las transferencias de dinero de los trabajadores coreanos desde el exterior. Asimismo incluye la limitación del suministro de petróleo por tres meses, a 500.000 barriles desde el l de octubre hasta el 1 de enero de 2018 y, por un año, limitación a 2 millones de barriles.
Rusia y China apoyan estas medidas pero proponen que EEUU y Corea del Sur abandonen los ejercicios militares y que el régimen de Pyongyang frene su programa nuclear y de misiles.
Business are business: Si no fuera por lo trágico de la situación, la noticia llamaría a risa. En la edición del 17-09-2017 de El Mundo Today, se lee que Corea del Norte acaba de encargar 300 misiles nucleares a Estados Unidos, cuyo propósito es asestar un golpe definitivo al gobierno de Donald Trump, por lo que ha recurrido a los mejores fabricantes de armas de dicho país. A su vez EEUU, como se trata de una buena operación, recurrirá a mano de obra norcoreana para construir los misiles a un costo menor. El secretario de defensa de los EEUU, a su vez, opinó que por dicha venta se obtendrá mucho dinero con el que se podrá fabricar hasta 300 misiles nucleares para responder a la ofensiva. Lo más gracioso, para evitar gastos de traslado, el gobierno norteamericano se ha ofrecido a que los misiles se hagan explotar en suelo americano, evitando así los gastos de transporte. ¡Cosas vederes Sancho!
Misiles al plato para calmar el apetito norteamericano: Si la noticia anterior le hizo sonreír o llorar, la explicación que dio Corea por el lanzamiento de su último misil balístico, completará la anterior. El objetivo, dicen, era calmar la beligerancia de EEUU. Para ello habría bastado con un sedante más efectivo y barato que el lanzamiento de una sofisticada arma de medio-largo alcance, que puso en vilo al mundo entero y, sobre todo, a la sensibilizada piel de las víctimas de las primeras bombas atómicas, lanzadas sobre Hiroshima y Nagasaki, al finalizar la Segunda Guerra Mundial. El tercer dictador de la familia de los Kim explicó, además, que el objetivo final de Corea del Norte es establecer un equilibrio "real" de fuerzas con los Estados Unidos. ¿Estará bien asesorado este jovenzuelo?
El interrogante que se nos plantea es si éste es un loco suelto o si hay detrás de él países o potencias que lo usan o que sacan rédito de sus “estudiadas locuras”. Hay varios candidatos: Rusia, es uno; China podría ser otro; Irán, tal vez o Arabia Saudita.
Las opiniones vertidas en este espacio no necesariamente coinciden con la línea editorial de Los Andes.
