Qué hacer

Qué hacer

- Cuando la nieve cubre las islas en torno a los fiordos hay que subirse a la vida del polo, entonces agarrar las riendas de un trineo de perros huskies; o guiar a los renos es una experiencia fascinante. Hay excursiones de 2 horas o de 2 a 5 días, los precios varían de U$S 70 a U$S 450. Si incluye comida sami el precio aumenta. Si no gusta de la tracción a sangre, las motos de nieve son opción.    U$S 60.

- Excursiones en bus para pescar auroras, duración de 5 a 6 horas, con snacks, chocolate caliente y cookies, de U$S 130 a U$S 200.

- Catamarán por los fiordos con guía, sopa de pescado, agua y ropa de abrigo, U$S 173. Catamarán de traslado, U$S 25.

- Paseos en reno con comida sami U$S desde 130. Incluye transporte y abrigo.

- En el parque cultural Sami en Finnmark la cosmovisión, sabiduría y modo de vida sami, enseñan mucho al viajero. Sus cantos, joik, su calórica cocina, el arte de sus manos y sus cuentos, pululan en la capital sami, en Karasjok, la capital sami en la que se encuentra su

Parlamento. Allí unos 3.000 habitantes transitan sus días junto a más de 60.000 renos.

- Paseos en auto por los fiordos o safaris fotográficos desde U$S 130.

- Excursiones de pesca U$S 70 por  3 horas, U$S 150 por la noche con comida e implementos.

- Caminar Tromso de un lado y del otro del canal, perderse en las callecitas de casas perfectas y jardines amplios, conversar con su gente, es imprescindible. Como alquilar un auto y recorrer los fiordos, mucho más económico que una excursión. Cruzar los puentes que unen islas y estar atentos porque las sorpresas se suceden a cada instante.

- El safari del cangrejo real es otra de las actividades que conlleva contacto con la naturaleza, aventura y adrenalina. Kamchatka será esquivo, pero luego de atraparlos (espero no ofender a nadie) se llevan directo a la olla.

- Svalbard en el Polo Norte, en el cabo homónimo, brinda una de las mayores vivencias. Es sentir exactamente estar sobre todo el planeta, arriba, en la cima, lejos de todo, con la compañía del viento helado y las leyendas de los que primero descubrieron estas tierras. Los vikingos por ejemplo, que no usaban cascos con cuerpos, vale decir, creían que la aurora boreal era la armadura de las vírgenes guerreras valkirias, protección si las hay.

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