Hemos logrado conocer, gracias al periodismo, que las anotaciones de Centeno contienen la dinámica del saqueo K, pero también hay muchos otros aspectos que se esconden frente a la explosión de empresarios y funcionarios declarando en la Justicia.
El impacto ha sido tan grande que la corporación política está todavía sin reacción; es decir, saben que esto les sirve a algunos y perjudica a otros, pero una vez más, como tantas otras veces, no están a la altura de lo que sucede.
La corporación política no ofrece nada nuevo para evitar estas situaciones. No pueden estar demorando todavía la ley de extinción de dominio, agregando las recomendaciones que indican los organismos internacionales. Por otra parte, esperar cambios a esta altura de la Justicia sería ingenuo si la política les deja espacios "libres".
La política no propone ninguna causa a seguir, están más preocupados viendo cómo se caen los cimientos que quedaban de una casa explotada y así desperdician un escenario más que adecuado para realizar cambios de fondo.
Recordemos que siempre está la sospecha de que la política no avanza porque tiene "trapos sucios" que imposibilitan cambios, celeridad en las causas y transparencia.
Además, desde el miércoles 1 de agosto los problemas económicos quedaron relegados de la agenda pública y se priorizó el escándalo de las anotaciones de Centeno, que se mezclaron con la condena al ex vicepresidente Amado Boudou y el debate por el aborto.
¿Qué pasó mientras tanto?
La cotización del dólar acaricia los 30 pesos, debido a que el billete norteamericano se aprecia en el mundo por la guerra comercial entre Estados Unidos y China y el fortalecimiento de la cotización se siente más en economías emergentes que están más expuestas a cualquier movimiento externo.
También hay factores internos, los inversores están más dispuestos a comprar dólares por el ruido político que está generando el desfile de empresarios por tribunales al estar involucrados en la entrega de coimas durante el gobierno kirchnerista.
Además, en agosto los sojeros liquidan menos dólares y la baja a U$S 50 millones que pone el Central para tratar de controlar la cotización del dólar.
Pero esta semana también fue complicada debido a que las naftas no paran de subir y la súper llegó a 30,78 pesos. Fue el quinto aumento en dos meses y los incrementos seguirán, debido a que las petroleras consideran que los valores están atrasados y la suba del dólar, entre otros motivos, les ayuda a sostener ese argumento.
Tenemos ya un combo explosivo para la economía doméstica, dólar en alza y combustibles para arriba. Sabemos que el incremento de la cotización del dólar y el precio de la nafta siempre terminan impactando en el bolsillo del consumidor.
Otro dato demoledor para la economía: el Banco Central de la República Argentina (BCRA) mantuvo la tasa de interés al 40%. Es decir que las empresas van a seguir con muchísimos problemas para obtener financiamiento.
Pero lo preocupante son los motivos por los que la entidad financiera decidió seguir con ese número. Los técnicos del Central admiten que la inflación no está bajando al ritmo que esperaban, por lo que el 40% no se modifica por más que el impacto para las empresas sea letal en algunos casos.
Concretamente, el comunicado indica: "El escenario base de las proyecciones del BCRA indica que la inflación núcleo de los meses de agosto, setiembre y octubre se ubicará por debajo de los registros de julio. Sin embargo, dado que se esperan nuevos aumentos de precios regulados para agosto y octubre, la inflación nivel general de dichos meses registraría descensos menores frente a julio".
Otro dato preocupante es que la capacidad instalada en la industria bajó casi 8% (7,9% concretamente) comparando junio de 2018 contra el mismo mes de 2017. Uno de los sectores que aportan a la baja es la producción de alimentos y bebidas.
En definitiva, los cuadernos de Centeno desnudan claramente el mecanismo utilizado para hacer dinero cuando se llega a ocupar cargos públicos, pero no aparecen soluciones; nadie salió a decir las leyes que hace falta endurecer o crear para que a ningún funcionario ni empresario se le ocurra cobrar o pagar coimas. Nadie salió a decir qué se hace con la Justicia para que funcione ni qué sistema es necesario para que no se "dilaten" las causas.
Mientras tanto, la economía sigue complicada, sin encontrar un horizonte que brinde certidumbre ante tanto desconcierto.
Una vez más, como reiteradamente sucede, tanto el robo por la corrupción, como los errores en la política económica perjudican a las mismas personas, los que pagan las fiestas y los desaciertos de la corporación política: los ciudadanos.
