Desde hace mucho tiempo la figura de Papá Noel absorbe la representación de la Navidad. Su origen se establece en la imagen de San Nicolás del siglo IV en Anatolia.
Era el Obispo de esa ciudad, a quien se atribuían hechos sobrenaturales y benévolos.
Primeramente surgió Santa Claus (Nicolás) más de acuerdo con su causa original.
Posteriormente, en el año 1624 los inmigrantes holandeses en América, fundaron la ciudad de Nueva Amsterdam que devendría en Nueva York y entonces surgió la popularidad de Papá Noel como continuador de la figura del obispo de San Nicolás. Popularidad que, desde América, se extendería a buena parte del mundo.
La figura nórdica del anciano con atuendo rojo orlado de blanco en un trineo tirado por renos que volaban hacia todo el mundo trayendo regalos cargados por los elfos, fue adoptada generalmente como el símbolo navideño.
Debemos recordar que la palabra Navidad proviene del latín donde significa Nacimiento guardando, entonces sí, el principal significado de su verdadero origen: el nacimiento de Jesús en Nazareth de Galilea.
Ese hecho marcó una nueva era en el mundo Occidental, un antes y un después de Cristo.
Esa es entonces la verdadera interpretación que debemos guardar en nuestro espíritu; rememorar la venida al mundo del Hijo de Dios llegado para el perdón de nuestros pecados.
Y la verdadera imagen sería la de un humilde pesebre conteniendo al Niño Jesús y a sus padres la Santísima Virgen María y San José.
Es natural entonces que, celebrando ese hecho magnífico, lo asociemos con festejos que incluyen regalos en el árbol lleno de adornos expresando alegría, que culmina en la estrella de Belén, guía de los tres Reyes Magos.
En este momento de la humanidad, absorbida en guerras, violaciones físicas y morales, resentimientos, odios hacia quien no piense como nosotros y olvido o desprecio hacia los demás, resulta indispensable que volvamos nuestro espíritu a una verdadera Navidad, donde el amor sea la única guía que inspire nuestros corazones, borrando todo sentimiento que lo mate.
Dios lo quiera.
Felipe S. Pérez Dellepiane
DNI 4.229.380