El oficialismo sigue avanzando con los proyectos de Cornejo vinculados al accionar de la Justicia, básicamente. Esta vez le tocó al Senado abordar la reforma del Código Procesal Laboral y el Régimen Disciplinario del Empleado Público y nuevamente fue la sola presencia del pastor Héctor Bonarrico suficiente para habilitar el quórum y dar media sanción a la iniciativa. Así, poco le importó al cornejismo la nueva negativa del peronismo a participar del tratamiento del tema y el malestar de los sectores gremiales involucrados con la modificación en la legislación.
Tras la división (¿definitiva o transitoria?) del acuerdo electoral que llevó a ocupar bancas nacionales y provinciales a los abogados de Protectora, al conocido pastor y político y a dirigentes pertenecientes al Partido Intransigente, Cambia Mendoza cuenta, por lo menos en la Cámara alta, con un aliado fiel (el pastor) que hasta ahora le permite ir sorteando el endurecimiento de la postura opositora, que cada vez más comienza a especular con las chances electorales que le genera el decaimiento de la imagen presidencial como consecuencia de la crisis económica. El legislador cristiano evangélico se suma así a los 20 votos de la mayoría radical y sus 3 “socios” surgidos del acuerdo electoral vigente desde 2015.
En Diputados pretenden fijar pronto la fecha para el debate en el recinto. Desean en el cornejismo que el trámite sea rápido. Esperan contar, como con el Código de Faltas, con el respaldo del demócrata Niven, no así con el renovador Pereyra por su raíz gremial. Sería un “dibujo” muy parecido al que se dio con el debate por el Código de Faltas. Habrá que ver si por sugerencia de los aliados hay alguna modificación a lo que sancionó el Senado, que ya introdujo algunos cambios al proyecto original del Ejecutivo. No sería lo deseado por el oficialismo en este caso.
Muchos se preguntan en el ambiente político local si esta inclinación de Bonarrico forma parte ya de alguna estrategia de acercamiento a futuro, pero quienes frecuentan más al Gobernador se atreven a asegurar que por ahora no habría ningún tipo de devolución prevista. “Es sólo responsabilidad política...”, dicen en el radicalismo.
Mientras tanto, el Partido Intransigente sigue atentamente el vaivén de los sectores post división legislativa. Dicen que no es mala la relación entre ellos, en especial entre quienes son originarios del PI y los representantes de Protectora. No se descarta que éstos formen partido propio teniendo como base la organización de consumidores que les dio protagonismo en la sociedad mendocina.
La idea que tienen los intransigentes es que el acuerdo con Protectora, previsto inicialmente hasta 2019, se retome en breve y que se llegue a cumplir lo que, según ellos, fue conversado en un principio: la posibilidad de que José Luis Ramón sea candidato a gobernador.
El infaltable testeo. Lo que nunca deja de observar Cornejo es el camino hacia las elecciones. Un desvelo, a no dudarlo, es que sus preferidos en la carrera sucesoria sigan bajos en las mediciones de los encuestadores, más allá de que el jefe del Ejecutivo tenga previsto ser protagonista y plebiscitar su campaña en cada rincón de la provincia que visite. Están los que aseguran que lo más probable es que, como hicieron otros gobernadores mendocinos, acepte encabezar la lista de diputados nacionales para tener justificada su presencia en las calles con quien sea el candidato a gobernador.
No faltarán chequeos urgentes para ver cómo pudo haber afectado la imagen de Julio Cobos el episodio de la designación de su actual pareja en el ámbito de la Justicia Federal, más allá del final renunciamiento al cargo que hizo Natalia Obon. Fue un claro caso de ética pública que se tornó confuso por la trascendencia que tuvo y que involucró nada menos que a un legislador y ex funcionario de valorada conducta. La posibilidad de que Cobos intente precandidatearse para gobernar nuevamente la Provincia siempre está, de ahí la expectativa por el hecho.
Por otra parte, no hay que olvidar el deseo de proyección nacional que mantiene el Gobernador. Así, la llegada a la Cámara de Diputados le permitiría al mendocino entrar en las conversaciones por la presidencia de ese cuerpo. Sería una de sus opciones actuales, sin olvidar que la Jefatura de Gabinete e Interior también fueron mencionados en algún momento como destinos posibles.
La sintonía con el gobierno de Macri es inalterable por ahora; el viernes, con motivo de una nueva visita a la provincia del ministro Frigerio, para reforzar el consenso por el Pacto Fiscal 2018, Cornejo sostuvo una vez más que “la Nación está haciendo un gran esfuerzo para generar acuerdos que permitan la aprobación del Presupuesto”, entre otras consideraciones hacia la gestión nacional. Buenos sonidos para los oídos macristas, cuyos referentes necesitan de la reciprocidad cornejista en un territorio donde la imagen del gobierno local sigue siendo más elevada que la del nacional.
Con ese panorama es poco probable que Mendoza desdoble elecciones y no se adapte al calendario nacional, por lo menos por ahora. Es una decisión para la cual el Gobernador aún tiene bastante tiempo.
En verdad, ese inalterable apoyo a la gestión nacional pasa, sobre todo, por fortalecer la imagen de solvencia institucional que la Nación debe dar al mundo, muy especialmente en estos días de presencia de Macri en Estados Unidos para intentar demostrar que el derrotero de su gobierno no tiene por qué sufrir más vaivenes. Y en ese aspecto un acuerdo por el Presupuesto es vital. Por ello el trajinar de Frigerio y sus colaboradores por las provincias y en reuniones con senadores influyentes del peronismo. El funcionario macrista necesita sellar el respaldo a la propuesta más allá de lógicas diferencias que podrán ser salvadas mientras el tema esté instalado en el Congreso o con posterioridad a su aprobación. Frigerio enfatizó en que todas las obras que están en marcha en el país van a ser financiadas más allá del nuevo ajuste previsto. Cornejo espera que así sea.
