La imagen de Jorge Coni (72) en un colectivo con una foto bajo el brazo en la que sale su hija María José y Marina Menegazzo, las dos mendocinqs asesinadas en Montañita, conmovió al país en menos de 24 horas desde que Los Andes publicara la noticia.
La impactante imagen fue tomada por Julieta Lacombe, una joven que se lo encontró en un micro, se conmovió con su expresión y capturó el momento.
Este viernes, Jorge Coni habló por el canal de noticias TN sobre la repercusión de la imagen, que fue destacada por varios medios nacionales, y se mostró conmovido.
Relató que estaba volviendo del departamento de una de sus hijas con la imagen y se la llevaba a su casa. Fue allí cuando Julieta Lacombe se lo encontró sin saber quién era él. Ella también contó cómo vivió el momento y por qué se animó a tomar la foto.
Los periodistas de TN los cruzaron al aire y Jorge Coni le habló directamente a la joven: "Te agradezco a vos por haber sacado esa foto porque traes el recuerdo de esas dos niñas que acá en Mendoza son muy queridas. Ahora me toca a mí seguir la lucha para poder cerrar esa historia. Realmente te agradezco la foto", dijo emocionado.
Doble crimen que movilizó a Mendoza
Los cuerpos de Marina (21) y María José (22) fueron hallados envueltos en plástico y con cinta de embalar en una zona de vegetación próxima a las playas de Montañita, a unos 200 kilómetros de Guayaquil, en Ecuador, el jueves 25 y el sábado 27 de febrero de 2016, respectivamente.
Las chicas habían tenido su último contacto telefónico con sus familiares el lunes 22 de febrero y planeaban regresar a Argentina cuatro días después, pero nunca sucedió. Luego de diferentes peritajes científicos con muestras de ADN y el cotejo de huellas dactilares, la Fiscalía ecuatoriana confirmó que los cuerpos pertenecían a las dos turistas mendocinas.
Aurelio Eduardo "El Rojo" Rodríguez, Alberto Segundo Mina Ponce y José Luis Pérez Castro fueron sentenciados a 40 años de cárcel por matar a las jóvenes mendocinas.
Las mendocinas fueron secuestradas horas antes de emprender el regreso a la provincia. Ambas chicas presentaban golpes, quebraduras y marcas de haber estado atadas. Marina recibió un puntazo en el cuello y murió casi en el acto, mientras que Majo presentaba signos evidentes de haberse defendidos de ser violada.