Mientras se llevaba adelante el proceso oral contra la fiscal viajera Anabel Orozco, el gobernador Alfredo Cornejo participaba de un acto protocolar. La prensa le preguntó acerca de algunas frases que la magistrada había manifestado en su declaración ante el Jury de Enjuiciamiento, palabras que la mostraron molesta con el Mandatario e incluso pidió que los miembros del tribunal político fallasen con valentía.
-Yo también espero que fallen con valentía- respondió el Gobernador. La manifestación va en contra de lo que pretende Orozco.
Es que el mandatario ya se había manifestado en torno al caso de la fiscal, incluso tomó decisiones clave en para llegar a este momento: El 30 de noviembre pasado Orozco presentó la renuncia, para evitar este proceso y, de paso, acceder a su jubilación de magistrada. Corneno rechazó la renuncia, el proceso de sanción prosiguió y por eso llegamos a esta instancia.
En aquellos días, antes de rechazar la dimisión, Cornejo había dicho que “Alguna vez tiene que haber una sanción para un funcionario judicial que se portó mal. La renuncia es un alivio, en cuanto a que no sigue ejerciendo su cargo, pero no lo veo como una sanción. Así que en ese marco me gustaría evaluarla más”. Ya se sabe el resultado de esa evalúación.
El régimen jubilatorio de los magistrados, que incluye el 82% móvil como haber jubilatorio, es regulado por la ley nacional 24.018. En esa norma está descripto el infierno que amenaza a la fiscal viajera: en el artículo 29 se indica que “los beneficios de esta ley no alcanzan a los beneficiarios de la misma que, previo juicio político o, en su caso, previo sumario, fueren removidos por mal desempeño de sus funciones”.
¿Llegará el tribunal al extremo de quitarle la jubilación a Orozco?