Gimnasia deberá madurar de golpe. Dos ascensos en seis meses lo obligarán al Lobo a saltar procesos de crecimiento natural que se dan en el tiempo. Pero se le vino todo encima.
Desde lo institucional, la presidencia de Fernando Porretta ha hecho que el club crezca en lo edilicio, en lo organización. Gimnasia se ha hecho una marca tras un gran gestión de marketing.
Desde afuera del campo de juego Gimnasia da toda la sensación de tener el respaldo para sostener este crecimiento abrupto. Ahora, Toti Arias y sus muchachos serán los responsables de demostrar si dentro del campo de juego Gimnasia también es de B Nacional.
Empresa que no le resultará nada sencilla al cuerpo técnico, teniendo en cuenta que gran parte de este plantel se armó para competir en la cuarta categoría nacional.
Hoy, deberán revalidar sus pergaminos nada menos que en la máxima categoría del ascenso enfrentando a rivales del fuste de Atlético Tucumán (será justamente el primer adversario que tendrá el Mensana), Instituto de Córdoba o Chacarita.
Y, como si esto no fuera poco, el Lobo volverá a estar cara a cara con su archirrival, su histórico adversario: Independiente Rivadavia. Y también este plantel tendrá la responsabilidad de dejar en alto el honor en el Superclásico por excelencia de nuestra provincia.
Estas serán algunas de las tareas que tendrá por delante. El camino demandará de una gran exigencia, de mucho sacrificio. Pero el Lobo está de vuelta. Y eso es lo que vale.
