Catar afirmó hoy que respetó "los más altos estándares éticos" para obtener la organización del Mundial-2022 de fútbol, desmintiendo todas las acusaciones de corrupción que pesan sobre el proceso que terminó con la victoria del pequeño emirato del Golfo Pérsico.
"Queremos recordar que hemos respetado por entero las investigaciones abiertas sobre el proceso de las candidaturas 2018/2022 y vamos a continuar haciéndolo", precisó el Comité organizador catarí en un comunicado, en la primera declaración oficial del emirato desde el miércoles y el inicio del escándalo que golpea a la Federación Internacional de Fútbol (FIFA) desde entonces.
"Nuestro objetivo albergando el Mundial es utilizar el poder positivo del deporte para unir a la gente y demostrar al mundo la pasión que tenemos por el fútbol en nuestra región", añade el comunicado.
La fiscalía suiza había anunciado el miércoles la apertura de un procedimiento penal por sospecha "de blanqueo de capitales y gestión desleal" sobre las atribuciones de los Mundiales de 2018 a Rusia y de 2022 a Catar. Se procedió a la incautación de documentos electrónicos en la sede de la FIFA en Zúrich.
El anuncio de este procedimiento coincidió el miércoles con la detención de siete miembros de la FIFA en su hotel de Zúrich, a petición de la justicia estadounidense, que les considera sospechosos de corrupción y reclama su extradición.
La concesión de la sede del Mundial-2022 a Catar ha sido objeto de controversias desde su atribución por la FIFA en diciembre de 2010, con sospechas de corrupción.
Encargado de un informe sobre la cuestión, el exfiscal federal estadounidense Michael Garcia había terminado por dimitir en diciembre de 2014, acusando a la FIFA de hacer una lectura errónea de su trabajo.
Catar es también criticado regularmente por las malas condiciones de trabajo de los expatriados empleados en las obras del Mundial-2022.
