El presidente ruso, Vladimir Putin, les regaló entradas a dos fanáticos argentinos algo despistados que se habían perdido el partido con Croacia tras extraviarse en la vasta Rusia por una confusión geográfica.
El episodio, que se propagó por la web fue confirmado a la agencia de noticias Interfax por el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov. La "aventura" para estos dos fanáticos argentinos, cuyos nombres no se conocieron, comenzó poco antes del partido con Croacia por la segunda fecha del grupo D del torneo
Los fanáticos confundieron la ciudad de Novgorod, situada al noroeste de Moscú, cercana a la ciudad San Petersburgo, con la de Nizhny-Novgorod, una de las ciudades sedes del Mundial, que en cambio se encuentra al este de la capital rusa
En Nizhny-Novgorod la selección Albiceleste jugó con Croacia y cayó por goleada 3 a 0
Pero los dos fanáticos se perdieron el partido, ya que en ese momento se hallaban a 1.000 kilómetros de distancia del estadio de Nizhny. Los dos argentinos no podían creer su confusión y se quedaron mascullando bronca, y más aún cuando vieron por TV que su selección quedaba al borde de la eliminación tras una derrota histórica
Pero su historia pronto llegó a la web y la comuna de Novgorod se acercó a ellos y, a través de un intérprete, les dio una noticia inesperada: el presidente Putin, conmovido por sus desventuras, había ordenado regalarles dos billetes para el siguiente partido de la Argentina
Así fue que los dos fanáticos, con sus nuevos tickets, viajaron a San Petersburgo para ver el triunfo agónico de su selección 2 a 1 ante Nigeria que le valió la clasificación a los octavos de final. Allí gozaron con el golazo de Lio Messi, sufrieron por el empate nigeriano y deliraron con el agónico tanto de Marcos Rojo
Ahora resta saber si ambos estarán este sábado en Kazan para ver el partido ante Francia o si se habrán equivocado otra vez y estarán dando vueltas por el vasto territorio ruso