El presidente ruso Vladimir Putin pidió al parlamento que cancele la autorización para intervenir militarmente en Ucrania, justo cuando Kiev y los rebeldes pro rusos se preparaban para negociar durante el alto el fuego decretado hasta el viernes.
Vladimir Putin propuso "al Consejo de la Federación (cámara alta del parlamento) la anulación de la resolución del 1 de marzo pasado que le permitía recurrir al ejército ruso en territorio ucraniano", declaró el portavoz de Putin, Dimitri Peskov.
El objetivo de esta decisión es "normalizar la situación" en Ucrania, añadió. Desde abril, los violentos combates entre los insurgentes y el ejército han dejado casi 400 muertos y son una amenaza para la unidad de la ex república soviética, después de la anexión de Crimea a Rusia en marzo.
El líder de la autoproclamada república separatista de Donetsk, uno de los bastiones de los insurgentes pro rusos, sorprendió el lunes anunciando un acuerdo de alto el fuego hasta el viernes por la mañana para entablar negociaciones de paz con las autoridades pro europeas de Kiev.
Esperamos que durante este período durante el que las dos partes van a respetar el alto el fuego, podremos comenzar consultas sobre la negociación de una solución pacífica al conflicto", declaró el lunes Alexander Borodai, uno de los líderes de la rebelión separatista.
El presidente había ordenado el viernes a sus tropas un alto el fuego hasta el 27 de junio para permitir el desarme de los rebeldes. Pero los insurgentes, que han reivindicado su independencia en dos regiones de habla rusa de unos siete millones de habitantes, había rechazado las condiciones al considerarlas una "estratagema".
Su inesperado anuncio pone a Poroshenko bajo presión ya que hasta ahora había dicho que no hablaría con aquellos que tienen "las manos manchadas de sangre" y que su plan de paz solo incluía discusiones con rebeldes que no hubieran cometido "asesinatos y torturas".
Nunca especificó concretamente con quién no se sentaría a negociar, pero Moscú interpretaba de estos comentarios que se trataba de los principales líderes rebeldes pro rusos.
Ningún otro rebelde se ha unido al anuncio de Alexander Borodai y el ejército ucraniano ha dado parte de nuevos incidentes durante la noche.
El portavoz de las operaciones militares ucranianas, Vladislav Selezniov, dijo que los hombres armados seguían atacando a los soldados, principalmente en los bastiones rebeldes de Donetsk y Slaviansk, aunque no habían dejado ninguna víctima.
- Pide avances concretos -
El presidente Poroshenko, elegido el 25 de mayo con el apoyo de los occidentales, dijo que tras el alto el fuego debe cesar la llegada de "armas y mercenarios" procedentes de Rusia, según anunció la oficina de la presidencia al dar cuenta de una conversación telefónica con el vice presidente norteamericano Joe Biden.
Era la segunda vez en 48 horas que Petro Poroshenko conversaba con Biden sobre la aplicación del plan de paz propuesto por Kiev.
Poroshenko dijo al vice presidente norteamericano que el alto el fuego tenía que estar "unido a la liberación de los rehenes y al cierre de la frontera para impedir la entrada en Ucrania de mercenarios y armas procedentes de Rusia", según el comunicado de la presidencia ucraniana.
Kiev y los países occidentales acusan a Rusia de armar bajo mano a la rebelión para desestabilizar a Ucrania, que deberá firmar el viernes la última parte de un acuerdo histórico para asociarse con la Unión Europea. Moscú desmiente estas acusaciones y el jefe de la diplomacia rusa, Sergei Lavrov, dijo el lunes que Rusia no tiene "ninguna ambición geopolítica".
Desde que comenzó la crisis ucraniana se han dado numerosos encuentros diplomáticos con Rusia.
El ministro alemán de Exteriores Frank-Walter Steinmeier, se reunió el martes en Kiev con Poroshenko y Vladimir Putin tiene previsto viajar a Viena.
El presidente ruso se reunirá con su homólogo austríaco Heinz Fischer y el primer ministro Werner Faymann y con el suizo Didier Burkhalter, presidente de turno de la Organizació por la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE).