Al llegar. Comience el día en alguno de los cafés que rodean la plaza principal y observe el despertar de este pequeño pueblo.
Mañana: Excursión de mediodía con destino a las Salinas Grandes. Un camino serpenteante que trepa a las alturas nos conduce a este blanco paraíso que descansa a 3.350 metros sobre el nivel del mar. Durante el camino observe con atención y paciencia la aparición de guanacos y llamas.
Almuerzo: La Posta es una opción para degustar el sabor local: locro, tamales y empanadas son algunas de sus propuestas ¿Postre? Quesillo con dulce y nuez.
Tarde: A pie, con calma y prestando atención a cada detalle realice el Camino de los Colorados. Obtenga vistas únicas del Cerro de los Siete Colores y la Quebrada de Humahuaca.
Luego, un merecido descanso al pie del Algarrobo histórico que, vecino a la Iglesia, fue testigo del paso de las tropas del general Manuel Belgrano.
Imperdible: Recorra el mercado de artesanías que cada día se congrega en la plaza. Deguste una de las tortillas recién cocinadas que se ofrecen en sus esquinas. Sola o con jamón y queso, cualquier opción es acertada.
Comer: El Churqui de Altura sobre la calle Salta (desde $100 por persona), posee una carta donde lo regional y lo gourmet se amalgama a la perfección. Empiece con los papines gratinados con queso de cabra y continúe con la llama al Malbec, no se arrepentirá.
Copas: La plaza reúne un ambiente joven con guitarreada de por medio.
Dormir: Al pie de los cerros el hotel La Comarca (www.lacomarcahotel.com.ar) ofrece un merecido descanso. Desde $1290 la habitación doble. Sauna, jacuzzi y piscina climatizada completan la oferta del spa.