En algunas oportunidades, el mezquino es el que disfruta. El que suma. Poco, pero le sirve. El fútbol tiene estas cosas y esto sucedió en calle Vergara porque se jugaba el tercer derby de la temporada entre Maipú y Gutiérrez; y más allá del honor, estaba en juego la permanencia en la categoría y la clasificación para el repechaje que otorga el segundo ascenso a la B Nacional.
Por esta razón, el empate en cero entre el Botellero y el Perro le cayó mucho mejor al equipo Celeste: continúa en zona de clasificación y zafa de la zona de descenso directo. Por ello, tras el pitazo final, la cumbia a todo volumen explotó en el vestuario visitante. En el rincón de enfrente, caras largas y silencio absoluto. Bronca y decepción.
“Perdimos tres puntos”, así lo definió Sergio Scivoletto. Y más allá de su enojo el DT Cruzado tiene razón. El Botellero tuvo mucha más ambición que su rival. Principalmente en el primer tiempo, momento en el cual tuvo cuatro situaciones claras de peligro. Pero, una vez más, falló en la definición. Hubo un dominio territorial y futbolístico absoluto, pero esa superioridad no la pudo plasmar en la red de Cristian Aracena.
En el complemento la historia se emparejó. Abaurre ordenó una línea de tres hombres en el fondo, sumó a Facundo Cobos a la mitad de la cancha y el balón, por momentos, pasó a ser exclusividad de Gutiérrez.
Sin embargo, el Perro careció de profundidad. No supo hilvanar una jugada colectiva de peligro y en las estadísticas de los 90 minutos, sólo se registra un disparo al arco de Joselito Ortiz tras un rebote en un tiro libre. Muy pobre por donde se lo mire o analice.
Sin embargo, el punto obtenido cotiza en bolsa. Y más si uno tiene en cuenta que de los tres clásicos disputados en la temporada del Federal A, Gutiérrez Sport Club está invicto: 2 empates y un triunfo. Como plus, terminó con la valla invicta en los tres juegos.
Pasó el clásico y terminó en tablas. Quedan cinco fechas y el futuro de ambos equipos es incierto.