Punto y aparte

Gimnasia se fue con gusto a poco porque lo ganaba tranqui; Maipú lo lamentó por tener un hombre más. El empate no le cerró a ninguno.

Punto y aparte

Empate desabrido. A otra cosa.

Hay resultados que no terminan de convencer a ninguna de las partes. Que dejan gusto a poco y una mueca de fastidio y bronca.

Es lo que ocurrió con el empate en calle Vergara. Sí. El Cruzado y el Lobo se fueron insatisfechos a casa.

¿Qué pasó? Gimnasia se quedó con el grito atragantado, sabiendo  que estaba arriba en el marcador y con un desarrollo favorable como para cantar victoria.

Pegó en los momentos justos de arriba (Ferreyra y Sainz marcaron de cabeza), pero la expulsión de Medaglia lo obligó a reacomodar piezas y eso terminó por doblegarlo.

El penal discutido terminó por  generar más controversia en el vestuario Mensana. Quedó al sensación que con once en cancha podía mantener el resultado.

Para Maipú la sensación fue la misma, de inconformismo total. Y argumentos le sobran: jugó en su cancha, y estuvo gran parte del segundo tiempo con un hombre más.

Siempre fue atrás en el marcador, pero nunca lo dejó de buscar y tuvo su premio.

El fastidio se dio porque el equipo no encontró los caminos para ganar el juego cuando el Lobo estaba golpeado por la roja y perdió peso en ofensiva. 
Con la ventaja numérica sólo le alcanzó para que Jofré acertara en el penal y nada más. Después le costó hacerse fuerte y marcar supremacía. Y encima los errores defensivos los terminó pagando muy caro.

Ambos llegaron ganadores al duelo y tienen nombres importantes como para ser grandes protagonistas. Ambos sueñan con dar el golpe y lograr el ascenso.

Por eso la igualdad no terminó de convencer a los dos.

Punto y aparte.

La expulsión de Medaglia

Recién arrancaba la segunda etapa y Gimnasia se quedó con un hombre menos por la repentina expulsión de Eros Medaglia.

El defensor llegó muy tarde a trabar contra Genaro Vuanello cerca de la mitad de la cancha, el árbitro interpretó que fue demasiado fuerte y no dudó en mostrarle la tarjeta roja.

En el Lobo consideraron injusta la decisión del cordobés Echavarría y dejaron en claro que con una amarilla era suficiente.

Dudoso penal a Vuanello

El Cruzado no encontraba el camino y la visita se defendía bien con diez jugadores, hasta que Vuanello fue hasta el fondo en el área y se encontró con el chileno Ross, quien puntea el balón pero en la acción golpea al delantero Cruzado.

Sin dudar el juez marcó el penal. Quedaron muchas dudas con respecto a la determinación del árbitro. En Gimnasia consideraron que el futbolista del Lobo llegó bien a la pelota.

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