Era un continuidad del segundo tiempo ante Villa Dálmine. Con la salvedad que ante el Viole, la Lepra tenía uno menos en cancha. Todo parecía indicar que eran once contra once en el primer tiempo ante Juventud. Un disparo de Calgaro de media distancia y la pelota lejos del área propia fue una ilusión óptica que duró poco más de diez minutos.
Pasado ese tramo inicial, en el que parecía que el equipo mendocino estaba mejor, fue todo del local. Absolutamente todo. Aguirre hacía lo que quería con Blasco, Caruso era determinante arrancando unos metros más atrás, a las espaldas de Calgaro y Ruiz se sumaba a un circuito futbolístico que no era brillante pero resultó indescifrable para el Azul. Aguirre, principalmente El volante se tiró por izquierda y desbordó cada vez que se lo propuso.
De su gambeta en velocidad, y de la habilidad de Caruso, surgía lo mejor de Juventud y por ende del partido. Scapparoni le tapaba dos cara a cara a Aguirre y se iba erigiendo claramente como la figura. Tal como había pasado en esa segunda parte ante Villa Dálmine que no tenía por qué repetirse, que debía enterrarse. Pero no. Figurita repetida en La Punta. Lo único rescatable, al igual que ante el Viole, que el saldo fue positivo: 0-0.
En las síntesis de la década del '50 o '60 ni siquiera figuraba el DT en los medios gráficos. Su cargo era menor, pasaba inadvertido. Hoy es clave, sin dudas. En el segundo tiempo apareció el DT de Independiente. Gran lectura y afuera Morales Neumann y Díaz desde el minuto cero. Adentro Villarreal y Gautiero.
El DT entendió lo que pedía el equipo. Había que reformular el mediocampo. González, ahora como enlace, metió un centro impecable que cayó a las espaldas de Sainz y allí Reinoso se mueve como pez en el agua. Frentazo del Flaco para cambiarle totalmente la trayectoria al balón y poner el 1-0. Le Lepra estaba clara pero sin demasiada explicación se fue metiendo atrás más por decisión propio que por asedio local.
Y lo pagó. Aman y Aguirre se juntan por derecha, centro al corazón del área para que Caruso ponga el 1-1. Se le escapaba al Azul cuando parecía que lo tenía resuelto. Igualmente hay que ser justo y decir que el empate estaba más cerca de lo que había sucedido dentro del campo de juego. No le sobra nada. La Lepra será esto. Punto y a la bolsa.
