La intensidad con que el Celeste salió a jugar, desde el minuto inicial, le rindió frutos cuando Viscarra cabeceó a la red el balón. Iban 3 minutos y el local se ponía arriba en un encuentro donde el factor emotivo jugaba un papel fundamental.
Es que tanto los mendocinos como los catarmarqueños ocupan las últimas posiciones de la tabla y un triunfo a Gutiérrez le permitiría abandonar el último escalón, superando a su rival de ayer.
Sin embargo, tras el gol, la intensidad local ya no fue tal y Unión Aconquija empezó a jugar más cerca del área del “Pipi” Silva. Por eso no sorprendió que llegara la igualdad desde un penal que ejecutó Rivero.
El Celeste estaba aturdido y no lograba encadenar una serie de pases al compañero. Todo se hacía con lanzamientos largos y abundaban las imprecisiones.
En medio de tanta tensión y nervios, Gatto y Rivero se fueron antes a las duchas por pasarse de guapos. A esa altura, con las necesidades de unos y otros, quedaba claro que quien más perdía con estas expulsiones era el conjunto local.
Para el complemento, Bolado decidió parar un poco más adelante a su equipo, con Sanfilippo acompañando a Juncos en el ataque y con mejores decisiones a la hora de jugar el balón.
Creció Capurro en la conducción, acompañado por algunos chispazos de Emma Díaz, y la visita ya no pudo volver a superar la zona media con tanta claridad como en el inicio del encuentro.
Así llegaron un par de ocasiones que bien pudieron significar la ventaja definitiva en favor de los mendocinos.
Sin embargo, falló en la definición y sólo por eso terminó lamentando un empate que no suma y que lo deja complicado de cara a lo que vendrá.
Pudo volver a celebrar Viscarra, pero Pérez sacó de forma brillante el tremendo cabezazo de defensor. Hubo otra de Díaz que pegó en el palo y un cabezazo de Sanfilippo que se fue por encima.
“Las situaciones las generamos”, confiaron los protagonistas al final del partido, como para dejar en claro que miran el vaso medio lleno.
Restan cuatro fechas por delante. En ese escenario, el Celeste reconoce sus necesidades, aun cuando todavía no concibe la forma en que empezará a resolverlas.
