Si hay una pesadilla que venía sufriendo el Tomba tenía que ver con la cantidad de goles que recibía.
Lo sufrió el campeonato anterior y la historia se repitió en este certamen, en el que es uno de los conjuntos más vencidos.
Sí. Ir a buscar el balón en propia meta significaba un enorme karma para los hombres dirigidos por Daniel Oldrá.
Tan mal venían la cosas que el Gato movió varias piezas y una se dio bajo los tres palos: afuera Sebastián Moyano y adentro Rodrigo Rey, quien no había debutado en Primera División ( lo hizo en el choque frente a Vélez).
El DT sostuvo al pibe de la cantera hasta donde pudo, aunque está claro que el mayor problema era colectivo y la responsabilidad no sólo recaía en el joven guardameta. Un poco por bajo rendimiento, y otro para protegerlo de las críticas, el conductor decidió excluir a Sebastián.
Ahora el panorama parece tomar otro calor, porque aún sin mostrar una gran versión futbolística, el equipo tombino acumula dos compromisos con el arco en cero: triunfo contra Sarmiento de Junín y empate en casa de Quilmes.
¿Qué cambió en el último tiempo? ¿Por qué mejoró el dispositivo defensivo? Acá se lo contamos...
Rey y sus peones. El ex arquero de River Plate y Newell’s Old Boys se acomodó rápido en el arco y, a medida que van pasando los encuentros, se muestra con buena presencia y evidenciado personalidad para el puesto.
No ha desentonado y además cometió pocos errores, algo que le da más confianza para desarrollarse con tranquilidad y solvencia.
Su gran tarde se dio ante Sarmiento, cuando evitó el empate visitante ante Gervasio Núñez. El paraguayo se hizo cargo de un penal y Rodrigo se agigantó y tapó el remate. Fue clave y decisivo en el triunfo Bodeguero.
Otro punto positivo tiene que ver con la última línea, y parece que el DT encontró a los apellidos justos y todo indica que le dará continuidad.
Después de muchas idas y vueltas y cambios de nombres y táctica, la defensa no se ha tocado y los trabajos individuales se potenciaron al máximo.
González se siente cómodo de lateral por derecha, la dupla central (Galeano- Viera) va funcionando sin grandes fisuras, mientras que Nahuel Zárate volvió a tener continuidad y su tarea fue aceptable.
El Expreso empieza a vencer los males mayores de atrás hacia adelante, y a partir de ahí Oldrá confía en que sea el punto de partida para encontrar la identidad definitiva.