La formación del ex presidente catalán Carles Puigdemont insistió ayer en el independentista Jordi Sánchez como candidato a la presidencia de Cataluña, pese a que un juez español le denegó el permiso para salir de prisión y acudir a un pleno de investidura.
"Estamos en tiempo y forma para garantizar la investidura de Jordi Sánchez", dijo el portavoz de Juntos por Cataluña, Eduard Pujol, tras una reunión de diputados de esta formación en Bruselas, donde se encuentra Puigdemont desde que Madrid tomara el control del gobierno regional.
Como expresidente de la influyente asociación independentista ANC, Jordi Sánchez, de 53 años, está en prisión preventiva cerca de Madrid por presunta sedición al convocar una manifestación en setiembre frente a un registro de la Guardia Civil en dependencias del gobierno catalán.
Pero, pese al revés el viernes del juez del Tribunal Supremo Pablo Llarena, Pujol insistió en que existe un “marco legal” para lograr la investidura y descartó otro candidato.
El abogado de Sánchez presentó el lunes un recurso de apelación ante este mismo tribunal, alegando una “vulneración de derechos fundamentales” y una “grave lesión de valores fundamentales del ordenamiento constitucional como la democracia” o el “pluralismo político”.
La decisión de Llarena, que instruye la causa contra los independentistas por su fallida declaración de independencia el 27 de octubre, obligó al presidente de la cámara regional Roger Torrent a aplazar de nuevo el debate de investidura.
La situación en Cataluña está bloqueada desde las elecciones regionales del 21 de diciembre. La intervención judicial ya frenó en enero la investidura de Puigdemont, instalado en Bélgica y sobre el que recae una orden de detención en España.
Entonces, el Tribunal Constitucional dictó que sólo podía ser escogido si previamente se entregaba ante el juez Llarena que lo persigue por rebelión y sedición.
Finalmente, el ex presidente catalán renunció y cedió el testigo a su compañero encarcelado.
De persistir el bloqueo, existe el riesgo de repetición electoral, algo que, en palabras de Puigdemont al diario catalán El Punt Avui la semana pasada, “no es una tragedia”. El portavoz de su formación descartó en cambio este miércoles ese escenario.
“No queremos elecciones. No es el escenario sobre el que hemos trabajado (en la reunión). Cerramos la puerta a este escenario porque habrá gobierno”, agregó Pujol.