En una histórica convocatoria para un paraje rural, un centenar de puesteros malargüinos residentes en Pata Mora, Chachahuén, La Matansilla, Luanco, Ñirre-co, y El Payén, entre otros, se reunieron con funcionarios municipales y provinciales en el salón comunitario del paraje ubicado en el límite entre Mendoza y la localidad neuquina de Rincón de los Sauces.
La reunión llevada a cabo a 350 kilómetros al sureste de la ciudad de Malargüe, y que surgió luego de un pedido que realizaran los mismos puesteros hace más de un mes en la banca del ciudadano del Concejo Deliberante, sirvió para reclamar a las autoridades asistentes por una serie de necesidades que hacen al diario vivir de los pobladores, ya que se sienten “abandonados” y que el lugar “ya es tierra de nadie”, principalmente por la falta de seguridad.
“Estamos muy olvidados en todos los ámbitos. Desde hace mucho tiempo que vivimos mal. Las autoridades vienen, hacen que nos escuchan y después se olvidan. Queremos que aparezcan más seguido por acá, ya que desde este lugar engrandecemos a Mendoza porque esta zona es muy rica en petróleo pero nadie atiende a los puesteros. Creo que es falta de gestión y buena voluntad de los gobernantes. Necesitamos que solucionen los problemas que tenemos en salud, seguridad, rutas”, afirmó el vecino Abel Moya, del puesto El Palomito.
Las personas autoconvocadas hicieron saber sus inquietudes una por una a los ocho concejales que asistieron, a los representantes del municipio que fueron en lugar del intendente Juan Agulles, como así también a Daniel Gómez, director de Recursos Naturales Renovables; Enrique Soler, titular de la Dirección Provincial de Vialidad, y Vicente Abate, de la agencia de Ordenamiento Territorial, quienes arribaron desde la capital provincial.
“Desde hace varios años la actividad ganadera se está viendo afectada por las sequías prolongadas, por las trabas burocráticas en el boleto de marca y señal, la falta de acceso a subsidios y créditos. Pero principalmente hemos tenido una merma de casi un 80% de animales por el daño que ocasionan el zorro y el puma. En la década del 90 había más de 35.000 cabras por esta zona, con un capital de 2.000 a 4.500 cabras por puestero. Hoy cada uno de los que quedan, porque los jóvenes se van, no superan las 500”, manifestó Don Domingo Sosa del puesto antiguo, La Matansilla.
“Después de mucho tiempo, hoy pudimos ver las caras a las autoridades, algunas, porque otras sólo llegan en helicóptero pero no se juntan con la gente. Vienen por aire porque la ruta 180 está intransitable porque hace cuatro años que no pasa una máquina. Los gobernantes deben saber que aquí hay gente, que estamos intranquilos porque no hay seguridad, no tenemos ambulancia ni médico y, si pasa algo, lo más cercano para ser atendido es Rincón de los Sauces, pero eso es Neuquén”, agregó en tanto José Ávila. Estos pedidos también fueron hechos por el director de la escuela primaria, Silvio Galdona.
Graves también fueron las denuncias de la vecina Antonia Blanco, quien reside en la mismísima Pata Mora, a muy pocos metros de la oficina del Registro Civil que permanece cerrada y del puente que une a través del paso del Río Colorado a las dos provincias, puente que pertenece a la empresa YPF, ya que el que era público fue destruido por los aluviones en noviembre y aún no se reparó.
“Esto es tierra de nadie. Hace unos días vinieron el ministro de Seguridad y el de Energía (Zandomeni) preocupados por la seguridad de las empresas petroleras pero ni siquiera estuvieron con el único policía que tenemos, sabiendo que esto es un límite interprovincial y aquí pasa droga, hay prostitución, trata de personas y nadie hace nada. Al gobierno le damos hasta noviembre para que nos solucione el tema del puente”, expresó la señora.
La ampliación de la Reserva La Payunia y sus fallas administrativas y operativas, la falta de talleres para explicar el proceso por el cual se pretende declarar Payunia Patrimonio Mundial, inconvenientes con la posesión y tenencia de los campos donde aún no son dueños y muchos de ellos llevan más de cuatro generaciones en el lugar, la necesidad de contar con agua para consumo y para los animales en muchos puestos, fueron otros de los tantos temas abordados.
Las autoridades presentes se comprometieron a analizar y trabajar en los temas planteados. El presidente del Concejo Deliberante, Juan José Narambuena, reconoció que “hay muchas inquietudes por parte de los vecinos y seremos los intermediarios para encontrar respuestas a sus pedidos. Hay temas que se pueden solucionar a corto plazo y otros que hay que reclamar a la provincia”.
Enrique Soler, titular de la DPV, reconoció el mal estado de la ruta 180 entre La Matansilla y Pata Mora y se comprometió a que “una máquina pase por el lugar dos veces al año. Hoy ya está en este lugar para mejorar los casi 600 kilómetros que tenemos con esta ruta y la 189, donde en muchos lugares contamos con el apoyo de YPF”.
