Según datos publicados por la Cámara Argentina del Libro, durante 2016 se produjeron 62 millones de libros en el país. De ellos, los títulos nuevos fueron unos 27 mil y si bien ocho de cada diez libros son en formato papel, hay un dato respecto de lo digital que llama la atención.
Es que de los 4.631 libros producidos en versión electrónica -lo que representa 20 por ciento de la elaboración total de libros nuevos- 2.673, o sea un 58 por ciento fueron producidos específicamente en formato digital, es decir que no se encuentran en los estantes de las librerías tradicionales, sino que solo están disponibles para los e-readers. En tanto que el porcentaje restante (42 por ciento) corresponde a aquellos libros que tienen en las dos versiones.
De todas formas, si hablamos de la evolución del formato digital, vale decir que en los últimos años no ha cambiado demasiado. Analizando los datos de la Cámara Argentina del Libro se puede afirmar que se mantiene en un 17 por ciento de promedio desde el año 2012.
Respecto de los canales de distribución, sólo 2 por ciento del mercado se mueve a través del comercio digital lo que resulta poco y nada en comparación con las librerías (34 por ciento) o con la venta directa (30 por ciento).
“Quienes más publican en formato digital, exclusivamente, son las universidades públicas, las instituciones privadas no educativas, las entidades públicas u organismos oficiales y las instituciones educativas. También el sector autor-editor, es decir aquellas personas o microemprendedores que tienen los recursos para autopublicarse en este soporte”, dijo Bestabé Cohen, asistente de proyectos de la Cámara Argentina del Libro.
Biblioteca virtual
Gabriel Flores publicó su primer libro en formato digital. El texto de este mendocino trata sobre el caso del oso polar Arturo y se denominó "Prisión Perpetua". Su experiencia fue buena, según contó porque cumplió con su objetivo que era llegar a la gente.
"Tuvo 3 mil descargas, gratuitas, y aun hoy se puede bajar. Tiene 225 páginas y cuenta toda la historia de Arturo en el ex zoológico de Mendoza", explica Flores. Además, el autor explicó que en su momento lo registró para tener los derechos de autor y luego imprimió algunos, siempre con la idea de alcanzar un máximo de público posible.
Danila Bragagnini es una mendocina que trabaja de ghostwriter (no publica con su nombre real) en el extranjero y ha publicado dos libros en formato digital. “Escribí un par de libros para el mercado español. Lo bueno es que prácticamente no hay gastos para publicar. Pero en Argentina no hay tanto movimiento. Ocurre que si no publicás a través de Amazon, que es monopólico, casi no tenés chances de publicar. De todas formas, hay algunos autores publican en su propia página web”, dijo la escritora.
También, agregó que al menos en Europa, donde reside, no se busca llegar al papel luego de publicar en digital. Igual, añadió que es muy poco lo que un escritor gana por este medio, al menos la gran mayoría, pero que hay algunos que están haciendo dinero.
“Igual la idea del auto publicado es escapar de la editorial sofocante, que te roba derechos o te cambia cosas sin consultar. Si uno genera buenas conexiones y respuestas en las redes, puede funcionar, sobre todo en géneros como novela policíaca, romántica, novela negra o ficción histórica que es lo que más se vende”, informó.
Algunas de las plataformas para publicar un e-book son: Kindle Direct Publishing, Bubok, Lulu, Casa del Libro.
Por último, dijo que en Amazon Kindle -uno de los dispositivos para leer- cada vez son más los libros gestionados mediante la autopublicación de sus autores. “Respecto de la calidad, hay de todo: mucho malo, mucho bueno. Pero fíjate cuántos e-books románticos, por ejemplo, hay en inglés y cuántos en español... muchísimos menos, o sea que hay un mercado por explotar”, señaló.
Raúl Cuello publicó un libro en este formato hace algunos años en España que no tuvo coste, salvo la maquetación para que quedara en formato papel para la versión electrónica. "La clave es publicar en una editorial más o menos conocida, porque yo lo hice en una muy chiquita y específica. Mi experiencia no fue muy buena", sentenció.
El escritor advirtió que desconoce cuánta gente descargó su libro, pero que de todas formas no repercutió en nada en su vida de escritor. “Se lee mucho digital, pero se descarga ilegal. Mi libro estaba a tres euros, pero si la gente puede no pagar no va a pagar. Para lo único que sirvió es para deshacerme de algunos textos y olvidarlos”, dijo.
Para él, el soporte papel aún seguirá teniendo un rol importante y decisivo. “Me parece interesante que para paliar los efectos del e-book, que en el reino de lo digital caiga rápido en el olvido, es que aparezcan editoriales más chicas o laterales a las hegemónicas que les dan protagonismo a escritores que no son laureados, pero que escriben cosas interesantes. Es una herramienta de difusión más interesante que el e-book, sobre todo para los que no adscriben al formato digital”, remarcó.
Los chicos eligen
En este contexto, vale hablar de la aplicación Wattpad que es tendencia entre los chicos lectores, que además de consumir los resúmenes de los temas literarios que les interesan en Youtube a través de los famosos youtubers, encuentran aquí la satisfacción de dos necesidades: la de leer y la de poder hacerlo sin gastar un peso.
Esta app, que puede utilizarse tanto en la computadora como en el celular o la tablet, contiene miles de historias en diferentes idiomas de todo el mundo. Permite compartir nuevas historias con personas, que en su mayoría son adolescentes y la temática está relacionada con los temas que les interesan. Así los usuarios pueden publicar artículos, relatos y poemas sobre cualquier cosa, ya sea en línea o a través de esta aplicación.
“Mi hija a leído algunos, pero no le gustaron nada. Yo también los leí y me parecieron bastante malos, pero de todas formas acerca a la gente a la lectura. Hay sagas que tuvieron tanta repercusión que llegaron a convertirse en best sellers de libros reales”, dijo Cristina haciendo alusión a las producciones de Anna Todd.
La UNcuyo y los nuevos formatos
Alrededor de 200 estudiantes becados dentro del Programa de Promoción del Egreso de la UNCuyo recibieron un Boris, el lector digital de la Editorial de la UBA, Eudeba. En total fueron unos 500 los e-readers que se repartieron entre becados, bibliotecas y cátedras universitarias.
Es una iniciativa de las autoridades de la Universidad que buscan mejorar la calidad de la formación de los alumnos universitarios. Para ello, se invirtió en 500 soportes que permiten leer libros electrónicos, recursos tecnológicos necesarios para que los futuros profesionales que forma la UNCuyo estén en igualdad de condiciones con sus pares alrededor del mundo.
Posterior a la entrega, se realizó un curso de capacitación cuya propuesta fue formar a bibliotecarios, alumnos y docentes en el uso del Boris y sus posibilidades para la interacción con diversos tipos de contenidos.
También se hizo hincapié en el uso de las aplicaciones de lectura digital y herramientas de trabajo vinculadas con ellas, con la finalidad de que se adquieran las competencias necesarias para la selección y aprovechamiento de sus prestaciones
“Luego de esta capacitación se inició la gestión con los proveedores de contenido, para ver que e-books académicos se pueden suscribir que puedan ser usados en estos dispositivos. Recién en setiembre u octubre tomaremos una decisión y sabremos con que proveedores trabajaremos”, explicó Adrián Méndez, coordinador Biblioteca Digital de la UNCuyo.