Proyecto para incentivar la docencia

La iniciativa, que se debate en el Congreso de la Nación, pretende que los mejores promedios de la secundaria elijan ser maestros o profesores. El objetivo es “garantizar una educación de excelencia”. Especialistas piden que se extienda a los que tienen l

Proyecto para incentivar la docencia

Incentivar la carrera docente a través de la aplicación de un sistema de becas y estímulos para los alumnos que han presentado los mejores promedios en el nivel secundario, es el objetivo de un proyecto de ley que fue presentado días atrás en el Congreso de la Nación y que promete ser debatido a corto plazo en la Comisión de Educación del Senado.

Si bien aún resta que la propuesta sea evaluada y consensuada antes de ser puesta en marcha en el país, diferentes posturas se hicieron escuchar por parte de educadores, autoridades y directivos dedicados a la Educación Superior.

Entre las pautas planteadas por el senador chaqueño Eduardo Aguilar (Frente para la Victoria), autor de la iniciativa, figura la intención de “jerarquizar la profesión docente y garantizar una educación de excelencia”, ambos considerados por él como los principales desafíos de la educación en Argentina.

Así, entre los principales aspectos del proyecto que fue elaborado en conjunto con el Ministerio de Educación de la Nación y el Instituto Nacional de Formación Docente, figura la necesidad de destinar presupuesto para brindar una ayuda económica (cuyo monto mensual no sea inferior a la mitad del salario inicial del docente), a los mejores estudiantes secundarios que tengan la intención de estar frente al aula en un futuro.

Sumado a esto, la propuesta plantea evaluar -mediante un examen integrador- a los estudiantes de los profesorados para luego incorporar los resultados a su promedio general. En tanto, también se busca la creación del Fondo Nacional para la Formación Docente, herramienta con la que se buscaría asegurar los recursos (0,2 por ciento de los ingresos públicos) para fortalecer la formación.

Lo cierto es que a nivel nacional, la realidad de la capacitación profesional de los educadores es diferente en cada provincia y, de hecho, en la actualidad las autoridades y especialistas en educación hablan de un paradigma inclusivo, que ya no se reduce solamente a la elección de la docencia “por vocación”.

Se apunta más bien a una concepción de la formación extensiva, factible de mejorar y perfeccionarse en todas las etapas de la carrera docente, desde el egreso del nivel medio hasta el desarrollo permanente como profesional frente a los alumnos.

Oportunidades para todos

Desde el punto de vista de Nora Miranda, directora de Nivel Superior de la Dirección General de Escuelas (DGE), es positivo que el tema de la formación terciaria esté presente en los recintos legislativos. Pero aclaró que aunque el fomento a la carrera docente siempre es necesario, la mirada no debe estar puesta solamente en la elección, sino que las herramientas de incentivo deben estar disponibles durante todo el proceso de desarrollo profesional.

Por otra parte, la funcionaria destacó que no siempre los mejores promedios eligen la carrera docente y que, por el contrario, puede haber chicos que presentaron un proceso de aprendizaje más dificultoso en la secundaria pero que luego desarrollan su carrera docente con un nivel muy alto.

“Creo que las oportunidades deben estar a la mano de todos los estudiantes, no sólo de los mejores promedios”, opinó Miranda, quien concibe que “un buen docente se forma de manera permanente más allá de cómo le haya ido en la secundaria”.

De hecho, en la actualidad la oferta educativa es flexible respecto de ese aspecto, dado que un estudiante que no logró concluir la secundaria tiene la posibilidad de ingresar a cualquier instituto de educación terciaria para seguir un profesorado.

“Todas las personas que quieran pueden transformarse en un buen docente. No sólo se trata de una cuestión didáctica, sino más bien cultural. Hay una gran diversidad de conocimientos, procesos e inquietudes que se pueden enriquecer”, consideró la directora del Nivel Superior.

De acuerdo a los datos de la DGE, en la provincia funcionan 27 Institutos de Formación Docente (estatales) de los cuales 8 están dedicados exclusivamente a la Educación Técnica. Casi la misma cantidad son privados. Hasta el momento, la mayor demanda se registra entre los aspirantes que quieren estudiar para ser maestros de nivel inicial y primario, en tanto que la mayoría de los egresados ya cuentan con una fuente de trabajo, aseguran desde el área.

En el Colegio Normal Superior Tomás Godoy Cruz -institución que ha servido de modelo y referente en la provincia y el país- destacaron que la cantidad de aspirantes a estudiar alguno de los seis profesorados que integran la oferta académica, todos los años (entre 800 y mil) excede la capacidad edilicia del establecimiento. Por eso, cada año los postulantes deben someterse a un examen de ingreso.

Necesidades múltiples

Silvina Fondere, ex directora de la institución que lleva más de 23 años trabajando como profesora del Terciario, planteó que la realidad de los alumnos en su mayoría da cuenta de historias de mucho esfuerzo para poder estudiar y profesionalizarse.

Muchos, inclusive, dependen de la beca de transporte y reciben ayuda de los programas de incentivo que otorga la Nación. Pero esto no siempre es suficiente: "Vemos con dolor cuando un alumno o alumna debe abandonar sus estudios porque no tiene otra opción más que trabajar todo el día. Tenemos mamás solas y padres que son sostén de familia”, dijo la docente.

Por eso justamente, ella considera que sería adecuado que si se va a debatir una ley, se tengan en cuenta estas situaciones y que los beneficios no se limiten al ingreso ni se otorguen de manera exclusiva a los mejores promedios. “Vemos alumnos que hacen un gran esfuerzo para superarse; sería bueno que tuvieran más apoyo”, destacó Fondere.

La tarea de enseñar como un trabajo intelectual

Ayer, maestros y profesores participaron de las jornadas nacionales de formación que tienen como objetivo capacitarlos e instalar una cultura de formación permanente y de la evaluación participativa. Al mismo tiempo, fortalecer y jerarquizar la autoridad ética, política y pedagógica de las escuelas y de los docentes.

También busca promover el desarrollo profesional de los docentes para mejorar la enseñanza y los aprendizajes e impulsar el trabajo institucional y colaborativo que implique reflexión y transformación de las prácticas.

El programa hace hincapié en tres factores fundamentales para las buenas trayectorias escolares. En primer lugar reconoce al docente como agente del Estado responsable de las políticas educativas en una organización pública. A su vez, reconoce la tarea de enseñar como un trabajo intelectual y profesional que implica la formación en la práctica y la producción de saber pedagógico tanto en lo individual como en lo colectivo.

Y a la escuela, como unidad y ámbito formativo capaz de construir mejores formaciones y prácticas institucionales pedagógicas que garanticen el derecho a buenas trayectorias escolares.

Tenemos algo para ofrecerte

Con tu suscripción navegás sin límites, accedés a contenidos exclusivos y mucho más. ¡También podés sumar Los Andes Pass para ahorrar en cientos de comercios!

VER PROMOS DE SUSCRIPCIÓN

COMPARTIR NOTA