Todo comenzó como una ilusión cargada de compromiso y mucho trabajo. Integrar a los chicos desde distintos sectores sociales fue la columna vertebral sobre la cual se acentuó la idea de Aldo Bolado. Fue así que desde hace 10 años trabaja con chicos que viven en barrios como el Dalvian, Sexta Sección, Barrio San Martín o Reconquista.
Ese mundo fue tomando forma desde su intimidad. El compartir a diario las vivencias de aquellos chicos de distintas aristas sociales, pero con la misma camiseta, fue creciendo a tal punto que esta será la tercera oportunidad que saldrán del país.
El equipo del Gimnasio nº 2 de Capital ya viajó al torneo internacional “Independencia” que se disputará en la mítica ciudad de Nueva York.
“Esta será la tercera oportunidad que salimos del país y jugamos en forma internacional. Las dos anteriores fueron a Portugal con las categorías ‘99 y luego con la 2.000” remarcó el profesor Aldo Bolado, quien además remarcó: “esde el Centro de Formación de futbolistas fuimos trabajando sobre una realidad que hoy da sus frutos. Viajaremos a Estados Unidos invitados por la organización del torneo, Port Chester situada en Manhattan. Sin dudas es una experiencia desde la que los chicos van adquirir una alta experiencia ya que habrá equipos de Colombia, Ecuador, por ejemplo. Será sobre césped con equipos de 11 jugadores. Todo un desafío”.
Y hablando de desafíos, la intimidad del camarín, de la cancha en cada partido, la convivencia, es el orgullo de Aldo Bolado: “Es increíble ver cómo un chico que vive en un barrio privado trae ropa o un par de zapatillas y se la entrega a ese chico que viene de un barrio humilde quien agradecido le devuelve un abrazo cargado de ¡gracias! Eso es impagable como ser humano. Esa es la fuerza que nos da para seguir adelante con este proyecto. En esta delegación irán cuatro chicos del Barrio San Martín que sin dudas, con un trabajo más personalizado, hemos logrado que analicen, vivan experiencias que le signifiquen un futuro mejor. Y del otro lado, ese chico de un barrio privado, que valore lo que tiene. Esa convivencia es parte de la inclusión. Son mundos distintos que se entremezclan dentro de un campo de juego y donde todos defienden la misma camiseta, que no es más que la vida en sí misma”.