Exactamente 112 días se cumplen hoy desde el inicio del primero de los juicios por abusos sexuales y episodios de corrupción de niños y niñas sordos en el instituto religioso Antonio Próvolo, que funcionó hasta 2016 en Carrodilla. También se cumplen hoy 3 años desde que este caso -que constituye el mayor escándalo de abuso eclesiástico de la historia de Mendoza- tomara estado público, luego de que una ex alumna tomara el valor para denunciar en la Justicia las aberraciones y pesadillas que vivían los chicos que estaban internados en el lugar. Cerca del mediodía de hoy también se conocerá la sentencia de este juicio; proceso que tiene a 2 sacerdotes (Horacio Corbacho y Nicola Corradi) y a un ex jardinero, Armando Gómez imputados por 25 hechos cometidos contra 10 ex alumnos y alumnas.
Este debate nuclea únicamente a la Causa Uno de todo el caso, y es la misma causa en la que el ex monaguillo Jorge Bordón ya fue condenado a 10 años de prisión en setiembre del año pasado en juicio abreviado, luego de que el condenado reconociera la culpabilidad y autoría de los 11 episodios -también de abuso y corrupción- por los que estaba imputado.
Durante los últimos días tuvieron lugar en la sala 6 del Fuero Penal Colegiado los alegatos de las partes. En su exposición, el Ministerio Público Fiscal, la querella y la defensa se explayaron en sus conclusiones referidas a las 48 audiencias transcurridas hasta el momento -la de hoy es la 49-; e hicieron su requisitoria de desenlace.
La Fiscalía -en las figuras del jefe de Delitos contra la Integridad Sexual, Alejandro Iturbide y del fiscal que instruyó toda la causa, Gustavo Stroppiana- pidió que los sacerdotes fuesen condenados a 45 años de prisión cada uno; mientras que solicitó una pena de 22 años y medio para el ex jardinero. De las 28 imputaciones con que llegaron los acusados al juicio, mantuvo 25 -a juzgar por la contundencia de las pruebas y declaraciones durante el juicio-.
El primer grupo de abogados de las víctimas -representados por Sergio Salinas y Lucas Lecour, de la ONG Xumek, en tanto pidió 50 años de prisión para el cura Corbacho (la pena máxima prevista para estos delitos con sus agravantes). Y adhirió al pedido del Ministerio Público Fiscal. En la misma sintonía, los abogados Oscar Barrera y Leandro Lanci (también querellantes) pidieron 50 años para los religiosos, y 30 años para el empleado.
La defensora oficial Alicia Arlotta, por su parte, pidió en primera instancia que se declare nulo todo el juicio. De no prosperar, solicitó que se absuelva a los tres imputados -argumentó su pedido en que el relato de los denunciantes no es verosímil-. Y, de tampoco hacer lugar a esta solicitud y el tribunal condenar a los implicados; pidió que sea por la pena mínima (10 años para estos delitos).
El desenlace del juicio contará con la atención del mundo entero. Primero, porque es la primera vez que dos sacerdotes llegan a juicio con estas acusaciones. Pero, además, porque en las sedes del Próvolo de La Plata y de Verona también ex alumnos denunciaron haber sufrido abusos. Y en esas ciudades estarán pendientes de la Justicia mendocina.