Los abogados querellantes de la causa Próvolo -quienes acompañan a un grupo de jóvenes que denuncian haber sido abusados sexualmente en el instituto religioso de Luján cuando eran menores de edad- solicitaron ayer que se impute a 9 personas más.
Se trata de ex empleados y personas que se desempeñaban en el lugar -directivos, psicólogas, celadores, personal de cocina y hasta un seminarista-, y entre ellos sobresale la figura de una ex representante legal del establecimiento.
Según consideran, y de acuerdo a lo que se ha desprendido de los relatos de los propios denunciantes y ex empleados del instituto, estas personas podrían haber estado al tanto de muchas de las aberraciones que habrían ocurrido en el lugar, y hasta habrían sido partícipes de toda una estructura para encubrirlos y silenciarlos.
“Consideramos que tenía conocimiento de lo que sucedía en el lugar conforme al cotejo del expediente del 2008, el expediente de 2006, los libros secuestrados y de las declaraciones de testigos e imputados. De ahí surge que la mujer tenía conocimiento de que estaban aconteciendo algunos casos de circunstancia dudosa y de abuso. Y en ninguno de los supuestos se hicieron las denuncias correspondientes, conforme a lo que establece el artículo 122 de la ley 6.354. Ese es el que da 24 horas para denunciar un episodio de este tipo cuando la víctima es menor de edad”, destacó el abogado de la ONG Xumek, Sergio Salinas (uno de los querellantes) sobre la ex representante legal, quien más comprometida se encuentra.
De prosperar el pedido, la mujer (era la mano derecha del cura Nicola Corradi en el manejo de la institución) y los otros 8 señalados llevarían a 15 el número de imputados por estos casos.
Se sumarían a los curas Corradi y Horacio Corbacho; a los ex administrativos Jorge Bordón, José Luis Ojeda y Armando Gómez; y a la monja japonesa Kumiko Kosaka. Entre los 6 ya imputados suman 44 episodios concretos donde los ex alumnos los acusan de abuso sexual y corrupción de menores.
Además, los querellantes solicitaron que se intime al sacerdote Dante Simón (quien encabeza la comisión especial del Vaticano para la investigación eclesiástica) para que aporte datos a la investigación penal; y solicitaron que se anule la citación como testigo a otra ex empleada del Próvolo.
Se trata de una psicóloga -su nombre está entre los 9 que quieren sumar a los imputados- que en 2008 estuvo encargada de un examen psicológico a los alumnos luego de que 2 de ellos acusaran a Bordón por abusos y tocamientos (uno de los casos motivó a una madre a hacer aquella denuncia hace 9 años que nunca prosperó).
Las sospechas de la querella radican en que hace unos días una ex directora del Próvolo manifestó no haber tenido conocimiento de una supuesta reunión de padres que se hizo en aquella oportunidad a raíz de estas acusaciones. Entonces, ahora las dudas giran en torno a si efectivamente existió este encuentro y si se hizo el test psicológico.
En caso de que exista encubrimiento en esta persona también, la convertiría en sospechosa y su declaración como testigo no tendría validez.
Por otro lado, la misma querella solicitó que se cite y tenga en consideración a todos los alumnos que asistieron al Próvolo desde 1998 hasta su cierre en noviembre pasado. Son cerca de 200 jóvenes y la prioridad es que declaren primeros aquellos que, a juzgar por los libros de novedades y actas secuestrados, puedan haber sido nuevas víctimas.
Bordón sí se hará el ADN
Luego de que los curas Corbacho y Corradi se opusieran a que se los someta a una prueba de ADN (la Justicia de Garantías deberá resolver si se hace o no), otro de los detenidos, Jorge Bordón, no puso ningún reparo a que hagan el cotejo con su material genético.
La orden viene del fiscal Gustavo Stroppiana y busca determinar si los restos de semen hallados en ropa interior de niños encontrada durante los allanamientos en el instituto lujanino coinciden con el material genético de alguno de ellos.
Para hoy estaba prevista la audiencia con otro ex administrativo (José Luis Ojeda), aunque fue postergada. En tanto, mañana será el turno del encuentro con el quinto imputado varón y también ex empleado, Armando Gómez.