La Justicia ordenó ayer la detención de una monja del Instituto Próvolo que fue señalada por una testigo por encubrir y colaborar con los curas pederastas. Por el momento no se sabe si la mujer se encuentra dentro del país.
Esta semana una adolescente, con identidad reservada, pudo relatar el horror al que fue sometida por el cura Horacio Corbacho (56) mientras estuvo albergada con otros chicos sordos. La adolescente denunció que fue violada vía vaginal y anal por el sacerdote cuando ella tenía 5 años y que la monja Kumiko "era quien colocaba los pañales a los chicos abusados, ya que en muchos casos no podían ni sentarse por el sangrado que les generaban los abusos."
"Ahora, gracias a mi terapeuta, tengo valor para contar que fui violada", relató en Cámara Gesell con lenguaje de señas y la asistencia de una intérprete y un psicólogo.
Sergio Salinas, abogado querellante de la causa Próvolo, explicó que "ha quedado clara la participación y el grado de complicidad de esta monja que enseñaba lenguaje de señas".
"En el último testimonio, ella fue señalada como la persona que puso el pañal a una menor de 5 años para ocultar la violación, lo cual la hace cómplice primaria del delito de abuso", dijo Salinas.
Agregó que habrá que ver cuando se levante el secreto de sumario cuál es la calificación jurídica que le corresponde. "Probablemente sea de complicidad primaria del abuso sexual, ya que es como si ella misma hubiese sido la abusadora. De no haber ocultado el hecho, los abusos se podrían haber frenado", sostuvo Salinas.
La víctima, quien estuvo albergada en el Próvolo hasta los 15 años, guió al fiscal de la causa Gustavo Stroppiana, a sus asistentes y a los abogados de ambas partes, hasta el baño donde fue violada.
También guió a Stroppiana por el laberíntico edificio de ladrillo, donde hay numerosas habitaciones. De hecho, la joven recordó el momento en el cual, jugando con un compañero de su clase, subió hasta el altillo, donde había varias piezas cerradas. Señaló una en particular. Allí describió que los niños encontraron "cadenas, sogas y preservativos"
Al abrir la puerta, el fiscal descubrió que todavía había rastros de cosas que fueron incorporadas como prueba y que serán analizadas.
Además encontró un hueco en la pared donde podría haber estado amurada una cadena, una mancha roja y restos de negativos de fotos.
Hasta el momento, cinco hombres están detenidos y acusados por los abusos sexuales, dos de ellos son sacerdotes: Nicola Corradi (82), trasladado de Italia a la Argentina y que arrastra denuncias por violación y corrupción de menores desde hace 50 años; y el cura Horacio Corbacho (56), egresado del seminario en La Plata.
Los otros tres son el celador Luis Ojeda (50), también sordomudo; el asistente y monaguillo Jorge Bordón (55), y el jardinero Armando Gómez (46).