El mismo día en que festejó su cumpleaños número 45 disfrutando del beneficio de la prisión domiciliaria, la monja nipona Kumiko Kosaka recibió la noticia de que, finalmente, deberá enfrentar un juicio por siete casos de abusos sexuales y corrupción de menores, cuyos denunciantes son alumnos del instituto religioso para chicos sordos Antonio Próvolo.
Es que si bien el defensor de la religiosa oriental - el abogado Carlos Varela- había presentado un recurso de apelación a la elevación a juicio dictada por la jueza Mariana Gardey, el martes dio marcha atrás y presentó otro escrito desistiendo de esta apelación, dejando así el camino abierto a un futuro pero cercano debate.
Este debate por ahora no tiene fecha ni jueces designados, pero sí especulaciones sobre cómo y cuándo se realizará.
"Hemos consultado el expediente y desistieron de la apelación por escrito, sin fundamento alguno, por lo que deberá ser condenado en costa, ya que han dilatado el proceso", sostuvo Sergio Salinas, abogado de Xumek que representa a las víctimas.
El querellante especuló que, entre líneas, la intención del defensor será ahora acumular los siete expedientes de Kumiko -denominadas como “la tercera causa”- con “la segunda causa” que tiene como imputadas a la “jefa” Graciela Pascual, la monja Asunción Martínez y las ex directoras del Próvolo.
Frente a la gran cantidad de planteos realizados por la defensa, la "segunda causa" se demoró con respecto a "la tercera", que ya tiene fecha para que se realice la audiencia preliminar al juicio, donde las partes presentan pruebas y dejan todo listo para el debate.
Esta audiencia va a ser el 22 de noviembre y entonces habrá que ver si el defensor de la japonesa pide unir las dos causas, que inicialmente estuvieron juntas, dentro de los cortos plazos que ahora tiene.
“Todos entendemos que va a ser un efecto dominó de condena y parece que no quieren ser los últimos en ser condenados”, especuló Salinas.
La hora de los curas
Por otra parte, ayer comenzaron los alegatos finales de la parte acusatoria que, según trascendió, terminarán en el pedido de penas altísimas para los sacerdotes católicos Horacio Corbacho y Nicola Corradi y para el jardinero Armando Gómez.
Ayer alegaron Oscar Barrera y Leandro Lanci -representantes de cuatro víctimas- desde las 9 hasta las 13 pero no alcanzaron a terminar sus presentaciones.
Pero aseguraron luego a la prensa que estarán en concordancia con las posiciones adoptadas el martes por los fiscales de Delitos Sexuales, Gustavo Stroppiana y Alejandro Iturbide, quienes solicitaron 45 años de prisión para cada uno de los curas y 22 años y medio para el jardinero.
En tanto que los querellantes de la ONG Xumek, Sergio Salinas y Lucas Lecour, subieron la apuesta y pidieron 50 años de cárcel para Corbacho -la pena máxima permitida por las leyes argentinas-, 15 años para Corradi y otros 15 para Gómez, sólo por las cinco causas que ellos representan. Por otra parte, adhirieron "simbólicamente" al pedido de la fiscalía, que acusó por 25 casos.
Así las cosas, hoy terminarán de alegar Barrera y Lanci y a continuación podría empezar la defensora oficial Alicia Arlotta. De esta forma se cerraría la etapa de alegatos el viernes o el lunes próximo.
Luego serán los jueces Carlos Díaz, Aníbal Crivelli y Mauricio Juan quienes decidirán la suerte de los religiosos y del jardinero. Se estima que la sentencia se dará antes de que finalice noviembre.
Corbacho, Corradi y Gómez son juzgados desde el 5 agosto pasado por 28 de casos de abusos sexuales y corrupción de menores, una causa que en los Tribunales provinciales es considerada "histórica".
La acusación final de los fiscales fue por 25 casos de los 28 iniciales. Corbacho fue acusado por 16 casos de abusos sexuales y corrupción agravados; Corradi, por cinco casos de abusos simples y corrupción agravados; y Gómez, por cuatro casos de abusos.