El segundo juicio por los abusos sexuales cometidos contra chicos y chicas que estudiaban y dormían en el instituto religioso para sordos Antonio Próvolo sigue su marcha. Aunque el proceso propiamente dicho no ha comenzado aún -ni tiene fecha estimativa-, esta mañana se reanudó la audiencia preliminar ante el juez Horacio Cadile.
En la segunda causa del caso que ya tuvo a dos sacerdotes y a un ex jardinero condenados a 45, 42 y 18 años de prisión respectivamente, hay 9 mujeres imputadas; entre quienes se destacan dos monjas -Kumiko Kosaka, quien tiene las imputaciones más aberrantes e incluso algunas como autora de los abusos; y Asunción Martínez-, y la ex representante legal del establecimiento, Graciela Pascual. Además hay 4 ex directoras imputadas, una psicóloga y una ex cocinera.
Durante la audiencia de hoy, una parte de los abogados defensores de las mujeres denunciadas plantearon una serie de "irregularidades graves" -de acuerdo a su criterio- que consideran que se cometió a lo largo de la instrucción. Según resumieron, dos de los letrados solicitaron que se anulen las acusaciones contra sus representadas al tener en cuenta que el Requerimiento de elevación a juicio "no contiene los requisitos esenciales, como la descripción del hecho y sus circunstancias". En tanto, otro de los abogados solicitó el sobreseimiento de su defendida haciendo referencia a lo que resuelto por el Tribunal Penal en el juicio donde se condenaron los sacerdotes y el jardinero. Según destacaron fuentes judiciales, no se trata de un pedido fundamentado; ya que en el primer juicio no se resolvió que los hechos en cuestión -abusos y episodios de corrupción- no hubiesen tenido lugar, sino que no estaba probada la autoría.
En las próximas audiencias previas al debate -la de hoy fue la tercera, y se espera que sean 44 en total- los otros abogados defensores (son 5 en total) continuarán cuestionando la acusación. Luego será el turno de la Fiscalía y la querellas para explayarse sobre las pruebas y acusaciones que -consideran- están correctamente fundamentadas.
Incluso, los abogados querellantes destacaron luego de la audiencia que lamentablemente ya se ha hecho costumbre por parte de los abogados de las monjas estirar el juicio para luego solicitar la libertad de las acusadas.
Histórico
Luego de las condenas a prisión para los sacerdotes Horacio Corbacho y Nicola Corradi, y para el ex jardinero Armando Gómez; el histórico Caso Próvolo sigue su camino en Tribunales. Es que la resolución condenatoria contra los 3 personajes mencionados muestran sólo una de las caras (la principal y más monstruosa) de los abusos sexuales. Pero detrás de estas aberraciones, existió todo un mecanismo de sistematización que permitía que estos ataques tuvieran lugar. Y eso es lo que se pretende desentramar con el segundo de los juicios por estos hechos.
La causa que motiva el segundo de los juicios cuenta con 8 denunciantes, y muchos de ellos son las mismas víctimas que integraban la primera. Al igual que en el primer debate, la intención de sus abogados es que las víctimas no declaren de forma presencial para evitar la revictimización; por lo que -salvo excepciones- en el juicio volverán a reproducirse las cámaras Gesell registradas durante la instrucción del caso.
La audiencia preliminar es la instancia previa al inicio del debate en concreto, y el momento en el que se oficializan las imputaciones y se definen las pruebas y testimonios.
A las dos monjas y a Pascual se le suman entre las imputadas las ex directoras Gladis Pinacca, Cristina Leguiza, Valesca Quintana y Laura Gaetan; la psicóloga Cecilia Raffo y la ex cocinera Noemí Paz- y a sus abogados.
Probables condenas a prisión
La acusación del Ministerio Público Fiscal contra las 9 imputadas tal y como está formalizada prevé más condenas a prisión dentro del Caso Próvolo. Por un lado, está la monja japonesa Kosaka, quien tiene 7 imputaciones y entre las que se destacan algunas como autora de hechos y otras como partícipe (incluso está acusada de ser la "entregadora" de algunas víctimas para que sean vejadas por Corbacho). La religiosa es la única de las imputadas que está en prisión -domiciliaria-.
En cuanto a Pascual, la mano derecha de Corradi tiene diversas imputaciones por participación primaria por omisión (se la acusa de no haber denunciado los hechos, aún teniendo conocimiento de los delitos que se cometían en el lugar). Y según lo denunciado por las víctimas durante la instrucción, y que también se desprende de las declaraciones del primer juicio ; "la jefa" -como la llaman las víctimas- estaba al tanto de todo lo que ocurría en el instituto y sus albergues. E, incluso, amenazaba a los padres de los niños para que no hiciesen ninguna denuncia ante cualquier sospecha.
La monja Asunción Martínez también está imputada como partícipe primaria; al igual que las ex directoras, la psicóloga y la ex cocinera.
De acuerdo a la imputación con que han llegado a esta instancia, las mujeres podrían llegar a recibir condenas altas y similares a las de los autores (la máxima es de 50 años de prisión).
Por parte de la defensa, todo parece indicar que la estrategia apuntará a exculpar a las involucradas. O, en caso de que haya condena, sea por "encubrimiento". En este caso, las penas son menores. No obstante, esta misión no será fácil para los abogados defensores. Es que cada vez que las imputadas que están o estuvieron cumpliendo prisión preventiva solicitaron el recupero de la libertad para que se las considere como encubridoras y no partícipes, la Justicia no hizo lugar al cambio de calificación.