Transcurrieron 41 jornadas desde el 5 de agosto; poco más de 3 meses de debate hasta que concluyó la etapa de declaraciones en el primero de los juicios por abusos sexuales cometidos contra chicos sordos en el instituto religioso Antonio Próvolo, que funcionó en Carrodilla hasta fines del 2016.En total pasaron 63 personas para brindar sus testimonios, entre ex alumnos (víctimas y testigos), padre de los chicos, peritos y funcionarios.
Y la semana que viene comienza la etapa final del proceso. Es que a partir del lunes 11 será el momento de los alegatos, etapa en que las partes expondrán sus fundamentos para luego exponer la sentencia que ellos plantean (condena en el caso de la parte acusatoria o absolución -probablemente- en el caso de la defensa). Los alegatos se extenderán durante toda la semana próxima, con probabilidades de que se extienda aún unos días más.
La palabra final siempre la tendrá en esta etapa la abogada de los dos curas (Nicola Corradi y Horacio Corbacho) y el ex jardinero (Armando Gómez). En los tribunales mendocinos se estima que la resolución del juicio podría conocerse entre fines de noviembre y principios de diciembre.
La pena máxima que arriesgan los 3 imputados -que suman 28 imputaciones por abusos sexuales y episodios de corrupción de menores- es de 50 años de prisión. En tanto, en el transcurso del día los imputados -por medio de su abogada, Alicia Arlotta- harán saber al tribunal si están dispuestos a declarar (alguno de ellos o todos) en la previa al inicio de los alegatos. En caso de que esa sea su voluntad, la audiencia se desarrollará mañana.
Cómo sigue la semana que viene comenzará la etapa de alegatos en el juicio contra Corradi, Corbacho y Gómez. Quienes expondrán primero serán los integrantes del Ministerio Público Fiscal, Alejandro Iturbide (como jefe de la Unidad Fiscal de Delitos contra la Integridad Sexual) y Gustavo Stroppiana, fiscal que instruyó prácticamente la totalidad de la causa. Ellos harán uso de la palabra el lunes. El martes, en tanto, será el turno de los primeros abogados querellantes.
Dado que las víctimas cuentan con dos grupos de abogados diferentes (por un lado Sergio Salinas, Lucas Lecour y Juan Dantiacq -entre otros-; y por el otro Oscar Barrera y Leandro Lanci), se dividirá un día para cada uno. Entonces -y aunque aún no se ponen de acuerdo entre ellos en quien alegará primero-, el martes será el turno del primer grupo de querellantes; y el miércoles del segundo.
En tanto, el jueves y el viernes será el momento de los alegatos de la defensora oficial, con chances de que se extienda incluso un día más. De hecho, hay una probabilidad de que -al igual que ha ocurrido desde que comenzó el debate- el viernes no haya audiencia por el Caso Próvolo, por lo que el segundo día de alegato de la defensa podría pasar recién para el lunes 18.
Una vez expuestos los alegatos, las partes podrán requerir responder también en esta etapa. El tribunal puede hacer lugar a este pedido, aunque con la premisa de que la palabra final siempre deberá tenerlo la defensa de los imputados. Una vez culminados los alegatos, el tribunal -compuesto por Carlos Díaz, Mauricio Juan y Anibal Crivelli- tendrá un plazo máximo de 15 días hábiles para dictar sentencia.
La testigo clave no respondió preguntasLa audiencia de esta mañana fue por demás breve. Es que una vez que comenzó, el tribunal resolvió no hacer lugar al pedido de los abogados querellantes y la fiscalía para hacerle llegar a la Testigo de Identidad Reservada 1 algunas preguntas que habían planteado.La joven de 29 años había sido entrevistada el cámara Gesell el lunes, también dentro del juicio y citada por la abogada de los imputados únicamente para que responda sobre una serie de contradicciones que la letrada sostenía haber encontrado en sus declaraciones (denuncias y cámaras Gesell desarrolladas durante la instrucción).
Por eso mismo, cuando la parte acusatoria solicitó hacerle otras preguntas; la defensora se opuso a este pedido; y el tribunal hizo lugar a la oposición. Sin embargo, esta mañana la propia abogada también desistió de hacerle llegar otras preguntas que le habían quedado pendiente; por lo que se procedió a dar fin a la etapa de declaraciones.