Subsidiar la exportación de 100 millones de litros de vino a granel, equivalentes a un mes de despachos al consumo; incentivos fiscales y un operativo conjunto para "sacar" al mundo 60 millones de mosto sulfitado.
Es la carta ganadora que se juegan 4 de las principales provincias vitivinícolas, para tonificar un mercado interno alicaído y con precios planchados, tal como acordaron ayer los responsables de la política económica de San Juan, La Rioja y Catamarca y Mendoza.
Así se acordó al cabo de una reunión de casi tres horas que en el sexto piso de Casa de Gobierno mantuvo el anfitrión Marcelo Barg, ministro de Agroindustria, junto a sus pares de San Juan, Marcelo Alos; La Rioja, Javier Tineo, y Catamarca, Raúl Chico, con las estadísticas del INV a la vista.
Principalmente, la expectativa de una cosecha que dejó 26 millones de quintales, 10% menos que en 2013, pero un stock vínico proyectado en 5,5 meses a 2015, que con la exportación prevista bajaría a 4,5 meses.
"Da situación de equilibrio y no excedentes. Pero un análisis exhaustivo de la situación del sector, en base a números de despachos, confirma el amesetamiento del consumo interno respecto del año anterior", analizó Barg.
Además de esa medida, se consensuó colocar en el exterior los 60 millones de litros de mosto sulfitado (unas 20 mil toneladas de concentrado) que dejó el operativo elaborador de la vendimia 2014, al precio que las provincias consideren más rentable.
Liberación del vino, en el aire
La meta urgente entonces es "sacar" del mercado nacional el equivalente a 1 mes de despachos al consumo para aliviar la presión sobre las cotizaciones.
Para eso, el Ejecutivo mendocino propone estrenar un subsidio de U$S 0,17 por litro de vino vendido al exterior, un recurso anunciado junto a la decisión de la Provincia de compra directa de uva y vino. Con esa medida absorbió 350 mil quintales a cambio de $ 77 millones ($ 2,20 por kilo).
Un tercer punto definido ayer fue relanzar el crédito para retención de stocks, de modo que los pequeños elaboradores no malvendan. Un paquete que, según Barg, quien admitió que se gestionan más fondos de la Nación, "es importante para actuar una vez más sobre las expectativas".
Tan importante es el propósito anunciado que dejó en suspenso la fecha de liberación del vino nuevo (habitualmente el 1 de junio) supeditándola "al monitoreo que se haga de los mercados". En esa línea, la otra palanca a mano es un segundo subsidio, en este caso destinado a bajar el costo de la logística transmarítima al menos 20%.
"Es erróneo pensar que la demanda interna se va a reactivar pronto, porque en buena medida está atado al ingreso per cápita de los consumidores. Hay que apuntar los cañones a la exportación, para lo cual esto puede tener un impacto casi inmediato, más aún con una reducción del flete", relató el productor-bodeguero Aldo Biondolillo, asesor ad-honorem en temas vitivinícolas de la cartera y nexo con el secretario de Agricultura a nivel nacional, Gabriel Delgado.
Expectativas por los valores
Bodegas de Argentina, que nuclea a la mayoría de los exportadores del país, lo celebró entusiasta. Sobre todo, frente a los registros de comercialización del INV que confirman menos ventas y, al 1 de junio de 2015, más vino.
Para su presidente, Juan José Canay, "es positivo y ojalá se pueda hacer porque se trata de un volumen importante. Lo que pasa es que objetivamente estamos lejos de los precios internacionales".
El cálculo de los exportadores es que hoy el vino argentino llega a las góndolas del mundo U$S 0,15 por encima de sus competidores, algo que el subsidio oficial ayudaría a compensar.
"Compartimos la preocupación del sector por el amesetamiento de ventas, la perspectiva de precios y el incremento de costos", coincidieron por su parte los ministros visitantes.
A propósito de precios, los funcionarios convinieron gestionar, ante el secretario de Comercio de la Nación, Augusto Costa, un esquema para que lo que paga el consumidor repercuta en el resto de la cadena. "Que haya un correlato con lo que reciben los productores o el precio de traslado, un efecto derrame, y no una transferencia automática", dijo Barg.
Al respecto, Canay consideró que "es algo que está pasando. El vino pasó de $ 2,40 a $ 3, y estamos comprometidos para que suceda. Pero los aumentos que da Comercio son muy bajos y no se puede trasladar mucho más".
Por otro lado, si de distribución de la renta se trata, Agroindustria promete un mecanismo de reparto que garantice equidad para el bolsillo de los productores que participaron del operativo oficial de mosto, a la hora de vender las 20 mil toneladas que acumulan las provincias, al mejor postor.
Inicialmente, la gestión de los 60 millones de litros de sulfitado estará a cargo de Mendoza Fiduciaria. Aunque cada provincia puede constituir su oferta de mosto concentrado, los funcionarios hablaron de "mecanismos que garanticen transparencia", y una asignación de la ganancia neta del 50/50 entre las partes.