Un piquete de trabajadores del Iscamen bloqueó ayer el ingreso de autos particulares, remises y taxis a la aeroestación Francisco Gabrielli.
Por ello, los pasajeros que debían volar, algunos con grandes maletas, sólo pudieron ingresar hasta el edificio recorriendo unos 300 metros a pie. Los manifestantes reclamaron una mejora salarial y sólo liberaron la calle tras la intervención de un juez.