La gente del Centro Amigo del Discapacitado Motor (Cadim) salió a denunciar que en San Martín no se respetan los boxes de estacionamiento exclusivo para discapacitados, que fueron demarcados a fines de junio en distintos puntos de la ciudad.
"La gente no los está respetando y la policía vial del municipio tampoco hace algo para que así sea", resumió Fernando Alim en medio de una protesta que armó Cadim junto a un grupo de familiares de discapacitados, en pleno microcentro donde ocuparon con algunas sillas de ruedas, más de una docena de espacios para vehículos.
En una ciudad con gran flujo de tránsito y con estacionamiento medido en 50 cuadras del centro, Cadim solicitó, en 2013, que el municipio señalizara 27 boxes para el estacionamiento exclusivo de discapacitados, repartidos en distintos puntos de San Martín y Palmira. La gestión estuvo amparada en leyes nacionales y provinciales que promueven la accesibilidad de las personas con discapacidad y rindió frutos a fines de junio, cuando los boxes quedaron demarcados con pintura amarilla.
El asunto parecía resolver una grave falencia de accesibilidad, especialmente en cercanías de centros de salud, bancos u oficinas estatales, pero la verdad es que a dos meses de aquello prácticamente nadie los respeta: la mayoría de los conductores estaciona sobre ellos, la policía municipal no controla esa exclusividad de los boxes y mucho menos lo hacen los tarjeteros encargados de cobrar por el estacionamiento.
El problema es que los boxes están señalizados de manera incompleta y así, los espacios de estacionamiento exclusivo para discapacitados no tienen ningún valor legal en San Martín. Entonces, la policía vial del municipio no puede multar a quien lo ocupe sin exhibir una oblea por discapacidad. "Lo que falta es la señalización vertical, es decir la cartelería que indique junto a cada box, que allí sólo pueden estacionar vehículos que transporten a un discapacitado", explicó Gonzalo Zamora, coordinador del área de Discapacidad de la comuna y admitió que el decreto municipal que creó esos espacios estuvo mal confeccionado e incompleto, "porque sólo hablaba de la pintura y no pedía señalizar con cartelería".
Gustavo Sánchez es uno de los que participó de la protesta; el hombre es papá de Rosario, una nena de 7 años con una discapacidad motriz que la obliga a usar muletas. "El problema para estacionar no se da sólo en el microcentro y nosotros lo vivimos en la escuela Lépez (barrio San Pedro) a la que va mi hija", explicó Sánchez y siguió: "Luego de muchos reclamos, la comuna hizo una rampa de acceso junto al cordón, pero no arregló la vereda ni tampoco demarcó un estacionamiento para discapacitados y entonces es siempre una pelea con algunos papás que no entienden la necesidad de que mi hija baje lo más cerca posible de la entrada".
La protesta de Cadim se extendió durante casi toda la mañana en un tramo de calle 9 de Julio a pocos metros de la comuna. "Llegamos a esta protesta porque no tenemos respuesta. Si lo que faltan son carteles es necesario que los pongan", dijo Alim junto a una silla de ruedas en la que había un cartel que pedía "empatía" con el discapacitado.
Zamora dijo que para instalar la cartelería y que la demarcación de boxes sea legal, "hace falta ahora una autorización de Transporte, algo que estamos gestionando".