De aquí a 2050, será necesario aumentar un 50 % la producción de alimento para satisfacer la demanda mundial. Calidad, transparencia, trazabilidad, sustentabilidad, bioseguridad, bienestar animal y confianza, serán puntos esenciales para quienes pretendan conquistar los mercados externos y fueron los temas principales que se debatieron en el 5° Salón Internacional de la Avicultura y la Porcinocultura (SIAVS en portugués) realizado del 27 y al 29 de agosto en San Pablo. El evento, organizado por la Asociación Brasilera de Proteína Animal (ABPA), es el más grande del sector y reúne cada dos años a todos los eslabones de esas cadenas productivas.
De acuerdo a Lorival Luz, CEO de la empresa brasilera BRF que ostenta el 4 % de la producción global de proteína de pollo y el 3,4 % de la de cerdo, “para 2050 habrá 10 billones de personas, hará falta un 50 % más de alimento y un 70 % de proteína animal”, sin dudas, una gran oportunidad para los países del Mercosur. El funcionario, quien disertó en la segunda jornada del SIAVS, advirtió que Brasil tiene que “hacer las cosas bien” para abastecer esa demanda.
“Nuestra imagen es fundamental, el autocontrol será nuestro mayor valor y nuestra fortaleza. Nadie más que nosotros estamos preocupados por la imagen de nuestros productos, por eso buscamos nuevas y mejores certificaciones”, dijo el empresario. Para el CEO de BRF, lograr responder a la demanda global con garantía de seguridad alimentaria en línea con las exigencias de los principales mercados importadores, clientes y consumidores “exigirá madurez del sector productivo y del sistema regulatorio, tiene que haber reglas claras, confianza entre reguladores y regulados”, algo se puede hacer extensivo también para las cadenas productivas argentinas.
En tanto, el CEO de JBS, Gilberto Tomazini, se manifestó “muy optimista” sobre el contexto internacional. “Hay muchas noticias favorables para el sector pero tenemos que tener seguridad para no perder las oportunidades ya que el consumidor es más exigente y más consciente”, indicó.
Brasil es el segundo productor y primer exportador mundial de carne de pollo, mientras que ocupa el cuarto lugar en producción y exportación global de carne de cerdo. Las ventajas de Brasil para la producción avícola y porcina radican fundamentalmente en un clima favorable y la disponibilidad de granos para alimentar a los animales (2° productor mundial de maíz y soja), además es un país libre de gripe aviar y peste porcina.
Su sistema de trabajo integrado entre producción e industria también es un punto a favor ya que, según ABPA, les permite tener trazabilidad “en toda la cadena para el pollo, casi total para el cerdo y total para ambas en la exportación” en un sector donde la mayor parte de la actividad es realizada en 5 millones de pequeñas propiedades.
No obstante, al igual que Argentina, deberán sortear algunos obstáculos para poder seguir creciendo. Entre ellos, Francisco Turra, presidente de la ABPA mencionó los altos costos, la dificultad de acceso a crédito, la falta de infraestructura y el proteccionismo mundial. Y pidió al gobierno nacional una “simplificación tributaria, inversión en logística e infraestructura”.
Asimismo, instó a que se lleven adelante campañas para promover el sector: “La transparencia sola no basta, necesitamos mostrar al mundo lo que hacemos. La buena imagen y la competitividad son el camino para el fortalecimiento sectorial”, aseguró.
A su turno, Mário Lanznasters, presidente de la cooperativa Central Aurora Alimentos, también reclamó por la falta de infraestructura: “Es necesario que se haga urgentemente, Brasil no se va a poder desarrollar sin ferrovía decente”, indicó.
El contexto global también presenta una chance y un desafío de crecimiento para las cadenas del cerdo y el pollo en Argentina. Según Roberto Domenech, presidente del Centro de Empresas Procesadoras Avícolas (CEPA), quien estuvo presente en el SIAVS, “se abre una oportunidad muy importante en el mundo en materia de carnes, especialmente como consecuencia de la peste porcina africana en China que en un año produjo una pérdida de más de 15 millones de toneladas de producto en origen”, haciendo que China abra las habilitaciones de compra de carne a otros mercados.
“El movimiento que China está produciendo en el mercado mundial ha permitido el aumento de precios luego de venir con muy malos precios en el mercado internacional”, indicó Domenech. Cabe señalar que, según el CEO de BRF, los stocks de cerdo cayeron un 30% en los últimos 12 meses debido a esa enfermedad mientras que el precio del lechón aumentó un 104% en ese período.
“China necesitará 18 M de toneladas más este año, aunque tardará 5 años aproximadamente en volver a producir normalmente, su demanda aumentará un 6% porque pasarán de 30 a 50 millones de consumidores”, explicó Ricardo Santín, CEO de ABPA.
Para aprovechar esa oportunidad, según Domenech, al igual que en Brasil, hay que invertir en infraestructura, renovar instalaciones y aumentar la productividad. “Venimos muy atrasados en inversiones pero no tenemos financiamiento, no tenemos crédito”, explicó. Además, consideró que en Argentina tendría que haber más exportadores ya que actualmente solo 6 empresas de las 23 que hay, exportan el 85 % de la carne de pollo.
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