El Gobierno nacional decidió eximir por un año más a los vinos espumantes -el champán- de la ley de Impuestos Internos (tienen una alícuota del 12%) y a la vez no dar vía al proyecto de ley aprobado por el Senado nacional hace un mes, cuyo autor es el mendocino Adolfo Bermejo y por el cual se equipara a los espumantes con cualquier otro producto de la cadena vínica y se los extirpa -así- de la Ley de Impuestos Internos, a la que fueron introducidos en 1999.
El decreto está a la firma de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner y por él se mantendrá la exención de los espumantes hasta el fin de 2015 o principios de 2016. Esta medida fue anunciada ayer por el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, y por el ministro de Economía, Axel Kicillof, a representantes del sector vitivinícola: los dirigentes de Bodegas Argentinas Ángel Vespa y Juan José Canay, y la presidenta de la Corporación Vitivinícola Argentina (Coviar), Hilda de Vairetti.
De la reunión, en un despacho de la Casa Rosada, participaron también el senador por Mendoza, Bermejo, y la diputada Anabel Fernández Sagasti, impulsores de que el beneficio al sector de los vinos espumantes quede fijo en una ley.
Según relató el ex intendente de Maipú, Bermejo, “la Presidenta (Cristina Fernández) pasó a saludar” a los referentes de la industria vitivinícola. Luego, desde el Ejecutivo nacional se hizo circular un acta entre los bodegueros en la que se da cuenta de los compromisos que el sector asumió en 2005 para acceder a la exención impositiva y de nuevas metas para el próximo año. Una vez que los empresarios la rubriquen, Cristina Fernández y sus ministros firmarán el decreto correspondiente.
Como contracara de esta buena noticia, en la Cámara baja nacional no hay instrucción de la Casa Rosada de avanzar por ahora con el proyecto de Bermejo, que consiguió media sanción y fue acompañada por pesos pesados de la Cámara alta como el presidente del bloque K, Miguel Pichetto, el ex ministro Aníbal Fernández y el senador sanjuanino Ruperto Godoy.
Ayer, Kicillof blanqueó esto a Bermejo, quien le preguntó si los legisladores podían seguir con el trámite parlamentario. “El ministro nos dijo que el Gobierno prefiere las prórrogas año a año por decreto porque les permite controlar que las inversiones a las que se comprometió Bodegas Argentinas en 2005 se vayan haciendo”, contó Bermejo a este diario.
Recordemos que el sector vitivinícola, expresado en la Corporación Vitivinícola Argentina (Coviar) y los legisladores kirchneristas de Cuyo se reunieron hace dos semanas con Kicillof para explicar al jefe del Palacio de Hacienda la necesidad de contar con una ley como la que promovió Bermejo en el Senado.
La misma actualiza la denominación que en la Ley General de Vinos reciben los vinos “espumosos, champaña o champagne” bajo el único nombre de “vinos espumantes” y, por otro lado, los equipara con cualquier otro producto de la cadena vínica, que no están dentro de la Ley de Impuestos Internos, haciendo así innecesarias las prórrogas, año tras año, mediante decretos de exención. Sin embargo, la Casa Rosada optó por la vía más rápida (y que le da mayor control sobre el sector) como es el decreto de prórroga por un año.
Según fuentes legislativas del oficialismo y de la oposición, hay un mar de fondo “político” en esta decisión. “Están molestos con el peronismo de Mendoza y con el sector champañero por intentar conseguir una ley sin el consentimiento expreso de Cristina”, contó el diputado Enrique Vaquié (UCR), quien mantuvo charlas con las autoridades del bloque K para intentar allanar el camino en Diputados a la media sanción del Senado. De hecho, hace unas horas presentó un proyecto de ley que copia textualmente el proyecto de Bermejo, a quien lo reconoce como autor de la iniciativa.
En rigor, la media sanción de la “ley Bermejo” ya fue abordada en la Comisión de Presupuesto y Hacienda de Diputados la semana pasada, pero su titular, el kirchnerista Roberto Feletti, quien responde a los designios del Ejecutivo, le hizo varias observaciones. La primera de ellas es que como la cámara de origen para los temas tributarios es Diputados, la sanción del Senado podría ser considerada “inconstitucional”. Lo mismo sostuvo el demócrata mendocino Roberto Pradines, para quien es resorte de Diputados legislar en materia impositiva.
El senador Bermejo debió explicar, ante estas objeciones constitucionales, que su proyecto con media sanción “no crea” ningún gravamen sino que cambia el nombre del champán en la Ley General de Vinos y lo equipara a cualquier otro producto que esté mencionado en la norma para liberarlo así de las cargas creadas en 1999 dentro de la Ley de Impuestos Internos.
Pero el accionar del ex viceministro de Economía, Feletti, en la comisión de Presupuesto y Hacienda, dio a entender que la media sanción de “la Ley Bermejo” no prosperará en Diputados ya que se pronunció a favor de una nueva prórroga de la exención y por un tiempo determinado. Feletti considera que debe ser con un plazo acotado”, explicó el kirchnerista mendocino Guillermo Carmona, otro de los impulsores de la ley junto a Fernández Sagasti y Bermejo.
También voces del kirchnerismo nacional se animaron a conjeturar los motivos que llevaron a la Casa Rosada a no dar prioridad a la media sanción del Senado. “Hay malestar con el PJ de Mendoza. A la Presidenta no le gustó el acto del Día del Militante, porque se leyó como favorable a Daniel Scioli y además la relación con Pérez no quedó bien luego de los cruces por la Ley de Hidrocarburos”, dijo un dirigente que tiene llegada a Olivos.