Este año se ha trabajado con la suficiente antelación en lo que se refiere al paso a Chile desde nuestra provincia, pero habrá que esperar a que el tránsito por el corredor internacional se multiplique para recién allí poder establecer si las buenas intenciones se convierten en realidad.
Funcionarios mendocinos, encabezados por el propio gobernador de la provincia y chilenos, integrados por representantes de la V Región, en Valparaíso, mantuvieron una nueva reunión para acordar criterios, esencialmente relacionados con la aceleración de los trámites de Aduana y Migraciones y en la forma en que se operará como consecuencia de los trabajos que aún se siguen realizando en la zona de Caracoles, en el lado chileno.
El interés por la aceleración de los trámites aduaneros, tanto en Horcones (Argentina) como en Los Libertadores (Chile) es mutuo. Para los mendocinos, porque las demoras de hasta 12 horas que los turistas argentinos debieron soportar en medio de la montaña, generaron críticas que recayeron sobre las autoridades locales, aun a pesar de que se trata de organismos con jurisdicción nacional. Para la V Región de Valparaíso, porque la llegada de argentinos a las playas de Reñaca, Con Con y Viña del Mar les genera una importante fuente de ingresos.
Sin embargo, los problemas siempre se mantienen a pesar de las reuniones “previas” que se han multiplicado a lo largo de los años. En el sector chileno, porque la rigurosidad -en algunos casos comprensible porque Chile no cuenta con plagas importantes, como la mosca de los frutos- de parte del Servicio Agrícola Ganadero (SAG) es tal que suele provocar las demoras.
Esto sumado al hecho de que, a pesar de que se anunció con bombos y platillos que se realizará un solo control, los turistas deben realizar trámites de “salida” de la Argentina y de “ingreso” a Chile, aunque esa gestión se realice dentro del mismo complejo.
Lo mismo sucede cuando se retorna a la Argentina. Ahora se ha vuelto a hablar de un solo trámite y serán los hechos los que determinen si se alcanzó una solución. Lo mismo sucede con la promesa de incorporación de nuevas casillas, anunciada días atrás.
Otro aspecto importante que se abordó fue la modificación del horario de ingreso y egreso de Chile durante la temporada estival, con motivo de los trabajos de renovación de calzada en la zona de los caracoles de Portillo.
Debe recordarse que el año pasado se utilizó un sistema que comprendía 12 horas corridas -entre las 8 de la mañana y las 20 para el ingreso a Chile y las 12 restantes para el retorno- lo que generó colas de kilómetros de vehículos a la espera de la “apertura” del paso. Ahora se volverá al antiguo sistema de banderilleros, lo que provoca demoras, pero que suelen ser mucho más soportables que lo ocurrido el año pasado.
No debe olvidarse que las conversaciones fueron mantenidas por autoridades provinciales y que quienes deben implementarlas son funcionarios nacionales. Sin embargo, son miles los mendocinos que están a la espera de que los acuerdos alcancen los resultados esperados, más allá de la diversidad de jurisdicciones, porque el problema es uno solo y lo sufren todos los viajeros.
