Por Dis. Interiores Flor Suarez Apatye
Como cada año ClubHouse dice presente en el punto neurálgico del máximo exponente del diseño nacional.
Ansiedad y expectativa son dos sentimientos que nos invaden cuando llega el momento de Casa Foa, el encuentro anual con el diseño, la innovación y la tecnología aplicadas en la arquitectura, interiorismo y paisajismo local.
Con más de cincuenta y cinco espacios con diversas propuestas; el Círculo Militar de Olivos se transformó en el escenario ideal en el que los mejores estudios de arquitectura, diseño y decoración mostraron su magia. En esta nota te presentamos algunas propuestas imperdibles de su 36ª edición.
Este año la novedad estuvo en aquellos espacios focalizados a las actividades de quienes los transitan, sumado a propuestas de zonas colectivas donde se desarrollan diversas tareas: los colivings definidos como espacios sociales abiertos donde socializar, trabajar o, simplemente, disfrutar del contacto con el otro.
Espacio n° 10 Loft con espacio de trabajo
Hugo di Marco /Josefina Badia
Este loft fue ideado para un usuario masculino, diseñador de indumentaria selecto y profesional.
El proyecto desarrolla una intención de intimidad, generando un ambiente de contención mediante el uso de texturas y colores cálidos, como también la utilización estratégica y escenográfica de la iluminación.
Con más de cincuenta y cinco espacios con diversas propuestas; el Círculo Militar de Olivos se transformó en el escenario ideal en el que los mejores estudios de arquitectura, diseño y decoración mostraron su magia.
Así se logra un espacio multifuncional de amplios ambientes y materiales nobles, texturas cálidas, ambientes oscuros elegantes y masculinos.
Una cinta perimetral, inspirada en un rollo de género desplegado sobre una mesa de corte, unifica onduladamente todas las paredes del espacio.
Espacio n° 14 Cocina de autor by Johnson Acero
María Delia Zaccagnini. Arquitecta
La propuesta de diseño y concepción del espacio se fundamentó en respetar las energías que el lugar y la arquitectura del edificio transmitían: ambientes generosos, simples y luminosos.
Trascendiendo el concepto de cocina, el espacio se convierte en un ámbito dinámico y creativo donde la energía fluye, toma formas y redefine un modo de vivir y donde el trabajo se torna placentero.
Las ventanas, grandes protagonistas, fueron respetadas y jerarquizadas espacialmente como generadoras del orden y distribución de las funciones sumándole, además, una fuerte impronta morfológica acompañada de usos muy específicos.
A partir de ese disparador, todo se fue enlazando naturalmente teniendo como objetivo brindar soluciones funcionales a su usuaria: una artista pastelera amante de las formas, el color y las texturas, que utiliza su cocina como ámbito para investigar, crear, desarrollar, comunicar, celebrar y compartir.
Este año la novedad estuvo en aquellos espacios focalizados a las actividades de quienes los transitan, sumado a propuestas de zonas colectivas donde se desarrollan diversas tareas.
Espacio n° 30 Beca de arquitectura y diseño de interior- Sala de estar creativa
Andrea Cristina González y Micaela Rabinovich. Arquitectas
Este espacio fue el ganador de la Beca de Arquitectura y Diseño de Interior.
Lo que se propuso fue una sala creativa que reflejara la combinación de funcionalidad, síntesis material y armonía espacial.
“Efímero” es el nombre de este espacio de coliving. Lo que es hoy, mañana se puede transformar.
Este espacio pretende crear un nuevo paradigma donde coexistir, en el que grupos de personas deciden compartir áreas comunes como una cocina, una sala de estar o una oficina de trabajo; espacios que antes solían ser privados.
En cuanto al desarrollo constructivo, planos verticales y horizontales, sostenidos por una estructura metálica portante, conforman el espacio generando alternativas de apropiación y uso.
Síntesis e integración, adecuando materiales que pueden reinventarse junto con la paleta de colores tomadas de la base del edificio existente; decisiones primordiales de este proyecto.
Espacio n° 44 Sala de baño
Eugenia Landaboure
AGUAVá propone abrirnos y dejarnos fluir. Destapar y redescubrir rítmicamente en una danza suave y sensual, sin importar marcas, sin distinción de grietas: fluir como el agua y transmutar hacia nuestra esencia.
Apelando a la idea de volver a nuestra esencia, se recubrió una pared con liquen estabilizado escandinavo (un musgo natural procedente de Noruega).
Para realizar éste concepto se trabajó con el agua como elemento morfológico, se apeló a la curva como simbología de la misma.
Desdibujando los ángulos de la caja arquitectónica, una gran curva en tres niveles compone un sistema de doble bachado sectorizado para el habitar de una pareja (como idea de evolución, progreso), y en su devenir de capas paralelas se eleva formando un sector de doble ducha que, de la mano de la tecnología, se transforma en bañera optimizando el espacio.
La materialización de la forma refuerza el leit motiv que se ve reflejado en cada uno de los elementos que componen el proyecto.
Sobre el edificio
El edificio elegido fue el Círculo Militar de Olivos, emplazado en provincia de Buenos Aires, a pocos minutos de Capital, algo que no sucedía hacía mucho tiempo.
Fue construido en 1930 con una marcada impronta racionalista rioplatense como una imponente presencia en blanco.
La vida posterior a la muestra contempla un proyecto de hotel corporativo con diversas unidades de negocio gastronómico generando un polo importante referencial.
Ingresá a la edición digital 169 para leerla igual que la revista impresa, haciendo click aquí.