El Bajo de Luján vuelve a ser noticia porque el municipio quiere mejorar la zona desarrollando un proyecto de inclusión urbana, consistente en hacer casas nuevas, trazar calles y espacios verdes. En una palabra, urbanizar.
Hasta ahora y en los últimos años, siempre se habló de relocalizar los asentamientos allí existentes, que son varios y cubren alrededor de 35 hectáreas, sobre la margen izquierda del río Mendoza. El último traslado de gente del lugar ocurrió en 2007 cuando se erradicó el San Martín Sur (75 familias) y se lo reubicó en Agrelo.
El criterio ha cambiado. La base es hacer viviendas para familias radicadas en ese rincón de la ciudad de Luján, con existencia hace medio siglo o más.
Viven por allí, según un último censo, 399 familias, repartidas en los asentamientos Patrón Santiago, Juan XXIII (uno de los más antiguos), San Cayetano y Jardín Costero (construido por el IPV).
Mirta Cammerucci, directora de Vivienda y sus colaboradoras, Flavia Giraudo y Victoria Pregal, explicaron que la intención es ir construyendo viviendas nuevas que superen los actuales caseríos muy precarios y estigmatizados como asentamientos. El siguiente paso sería trazar calles, abrir espacios verdes e iluminar, es decir, proceder a la urbanización general del vasto territorio, cortado por las vías del Ferrocarril General San Martín, con accesos riesgosos. También está previsto levantar una biblioteca e instalaciones deportivas.
Además, por iniciativa vecinal se quiere cambiar el nombre del conglomerado, ahora conocido como El Bajo. La denominación elegida por los pobladores es barrio Tierras de Malbec, que ya figura en algunos papeles oficiales. Lo primero que necesita la comuna es que el Concejo Deliberante apruebe la construcción de 88 casas iniciales, en unas 8 hectáreas que pertenecen a la repartición municipal, sobre la ruta 15 y la calle 9 de Julio.
"Las áreas que se liberen por estas construcciones serán urbanizadas y ordenadas, de modo que los vecinos progresivamente irán cambiando una residencia irregular, precaria, por otra definitiva y de estilo tradicional", comentó la ingeniera Cammerucci.
La herramienta para ejecutar el proyecto es un crédito de la Nación (Ministerio de Infraestructura) a través del Instituto Provincial de la Vivienda, que alcanzará para hacer 216 soluciones habitacionales (aunque el arranque son 88). Esto lo confirmó a nuestro diario el titular del IPV, Omar Parisi, quien dijo que estaba esperando que el municipio le dijera dónde irán las casas para proceder con la licitación.
Entre la margen del río y la calle 9 de Julio, límite norte del Bajo, también se ubica una generosa franja de terreno, de un dueño particular, que el municipio estaría interesado en adquirir y sumarlo al proyecto.
Sobre el riesgo aluvional, la directora de vivienda dijo que está contemplado el refuerzo de las defensas, que se extiende a lo largo de 400 metros.
También se aclaró que el Jardín Costero no será relocalizado dentro del predio, y sí recibirá un mejoramiento a través del programa Mejor Vivir (de la Nación a través del IPV).
El proyecto de regulación dominial debía tratarse la semana pasada en sesión sobre tablas, pero fue girado a comisiones y volvería a tener tratamiento esta semana. Empero, el PD adelantó que se opondrá.
La presidenta de la unión vecinal Bajo de Luján, Rosana Venegas (44), comentó que "las mejoras proyectadas aportarán tranquilidad a nuestros hijos; hay gente que espera un techo digno hace medio siglo". Sobre la inseguridad afirmó que no "todos somos iguales, no podemos pagar justos por pecadores", destacó la mujer que mantiene a 3 hijos.
Uno de los moradores más antiguos del lugar es Esteban Gutiérrez (79). Llegó al sitio en 1962. "Siempre peleé para que no nos erradiquen". Albañil experimentado quiere ver realizado el sueño "de una casita linda".
Por su parte, Andrés Romero (40) es partícipe de "la solución en el lugar; la mayoría no desea irse y la pretensión es encontrar oportunidades para todos".
En cambio ha manifestado su intención de partir del lugar un grupo de habitantes que han constituido una cooperativa, El Arado, y que en la actualidad vive en el asentamiento San Cayetano.
El ejemplo de Medellín
La distancia entre un caso y otro es enorme, pero para programar la refuncionalizar del Bajo como se está intentando, los técnicos municipales de Luján aprovecharon la experiencia de los planificadores colombianos que produjeron el cambio de la ciudad de Medellín. No hace mucho una delegación visitó el municipio y mostró como "una ciudad pasó del miedo a la esperanza".
"Salvando las distancias, nos fue de mucha utilidad escuchar cómo ellos (los colombianos) refuncionalizaron una urbe que tenía los mayores índices de violencia del continente", acotó la arquitecta Pregal.
Piden audiencia pública
Sebastián Bragagnolo, presidente del bloque demócrata del Concejo de Luján, adelantó que no apoyará la regulación dominial que el Ejecutivo pretende realizar en el Bajo.
El edil opositor sostiene que debe continuar la relocalización por el riesgo aluvional que tiene la zona, y porque de esa forma se colaborará con la mejora en la calidad de vida de sus habitantes llevándolos a un lugar más apto. "La mejor idea es desarrollar un espacio verde en ese lugar; no se puede desconocer que hay gente de trabajo en el sitio, pero es imposible desconocer que no faltan quienes van por otro camino. Les decimos a las autoridades que convoquen a una audiencia pública para dilucidar el tema"..