Proponen una obra para que no se inunde Cápiz

Hidráulica explicó a los vecinos la propuesta para evitar que el arroyo Divisadero Negro siga dañando sus cultivos y casas. Deberían ceder parte de sus terrenos.

Proponen una obra para que no se inunde Cápiz

La inundación de viviendas, rotura de calles y pérdidas totales en las cosechas que produjo la última tormenta de lluvia en Cápiz, generaron un fuerte reclamo en los vecinos, quienes piden obras de remediación a la grave problemática aluvional de la zona. Construir un cauce de 3.000 metros para volver el arroyo seco Divisadero Negro a su traza original es la alternativa más viable para el gobierno provincial.

Ayer, autoridades de Hidráulica y del Ministerio de Economía, Infraestructura y Energía, se reunieron con una decena de vecinos en San Carlos. Allí expusieron las cuatro alternativas que barajan para dar una solución al problema de Cápiz. Sin embargo se inclinaron por esta obra de reencauzamiento, ya que se concretaría en 8 meses y tendría un costo cercano a los $ 2,5 millones, que “ya están comprometidos a la obra”, anunciaron.

El mayor problema de esta propuesta -en el que hicieron hincapié los vecinos a su turno- es que, para construir la nueva traza, Hidráulica necesita pasar por propiedades privadas en producción. El Gobierno apela a que las porciones del terreno afectado sean cedidas y no tener que llegar a una expropiación, cuya tramitación extendería “demasiado los plazos de obra y no llegaríamos con la remediación a la época de tormentas estivales”, apuntó David Cangialosi, director de Hidráulica.

“Hace años que vienen con las mismas propuestas. Puede que ésta dé resultado, pero es injusto que los productores tengan que donar parte de sus tierras, cuando hay gente que se instaló dentro de los cauces y nadie hizo nada al respecto”, apuntó José Bandiera, un lugareño que ha sufrido muchas pérdidas y hace años que batalla por la causa. Los vecinos quieren mostrar en el terreno su propuesta a los funcionarios, por lo que acordaron realizar un recorrido por el paraje la próxima semana.

En la reunión, Cangialosi expuso una pormenorizada lista de características históricas y de modificaciones que han hecho de esta zona una de las que tienen mayor riesgo aluvional en Mendoza. La falta de ordenamiento territorial y planificación urbana son las principales causas del desastre, según el funcionario. Para graficar el concepto mostró -entre otras- una fotografía satelital que muestra un galpón edificado en medio de un cauce aluvional.

En este sentido, Cangialosi dijo que la Provincia solicitará al municipio que no permita la instalación de ninguna propiedad ni construcción nueva en la región de Cápiz. Por su parte, el intendente sancarlino, Jorge Difonso, aprovechó la reunión para pedir a las autoridades provinciales que apliquen cuanto antes el plan de reparación de los enormes daños producidos por la última tormenta.

“Lo más urgente es la reconstrucción de la calle El Baden, que todavía sigue inhabilitada porque presenta serios daños estructurales en tramos distintos de la traza”, apuntó Carlos Arriagada, titular de Medio Ambiente de la comuna.

La obra propuesta
Contener al arroyo Divisadero Negro, que tantos dolores de cabeza ha traído a los lugareños, es el desafío más urgente. La alternativa presentada por Hidráulica es modificar la actual traza del arroyo desde el punto de empalme que lo conduce hoy al sur, cerca de una subestación de energía. La idea es conducirlo en línea recta, para que termine desembocando en el arroyo San Carlos.

La obra consistiría en construir un cauce de unos 20 m. de ancho y cerca de 3.000 m. de largo. Esta traza cruzará dos calles del distrito, por lo que se incluyen también dos badenes grandes de hormigón armado. Para realizarla, Hidráulica apela a que los propietarios donen la línea de 20 metros en sus fincas. “Queremos realizar el menor daño posible, por lo que la traza podría pasar por el límite entre dos propiedades”, expuso Cangialosi.

Una zona que es una ciénaga

En general, vecinos y funcionarios saben que urge una obra sobre el Divisadero Negro, pero también reconocen que la solución para Cápiz no termina allí. En los últimos años, arroyos que permanecían secos y que desembocan en el poblado desde distintos puntos cardinales se han comenzado a manifestar con innumerables daños.

Es el caso del cauce Antepal, que proviene del sur departamental, terminó por comer calles históricas del distrito y dejar aisladas por días a varias familias.

“Por algo, históricamente al lugar se le llamó La Cieneguita. Topografía realizada por el Instituto de Geografía Militar en 1945 muestra cómo confluyen distintos arroyos en el lugar y las condiciones de pantano que presenta el sitio. Estudios posteriores del Conicet y de la Facultad de Ciencias Agrarias muestran que las napas freáticas allí están a 50 centímetros de la superficie, por lo que la capacidad de filtración es prácticamente nula”, explicó Cangialosi.

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