De vez en cuando, y generalmente asociado a la ocurrencia de algún terremoto en cualquier punto del planeta, los mendocinos nos preguntamos cómo está nuestra ciudad para resistir a un sismo de gran magnitud.
Si bien la respuesta es un tanto desalentadora, ya que gran parte de los edificios han sido construidos anteriormente al Código de Construcciones Sismorresistentes de 1987, un ingeniero mendocino confeccionó un proyecto para "rehabilitar" estos inmuebles y así prepararlos ante un posible desastre natural.
"Mi propósito fue buscar una alternativa que permitiera que el edificio que está fuera de la norma se actualice de forma rápida, económica y con la menor problemática social", comenzó a explicar Rubén Tosoni, creador de la propuesta.
El experto en ingeniería desarrolló un sistema que, mediante tensores, permite controlar el desplazamiento y la vibración de un inmueble.
"Son cables de acero que se disponen de una forma determinada de acuerdo a cierto cálculo de ingeniería. Van colocados desde las losas de las construcciones y se los ancla al suelo", detalló, a la vez que remarcó que la solución es muy sencilla porque se irrumpe en el sitio a modificar con una rotura mínima.
"Se asemeja a lo que se hace con una antena de cualquier tipo para asegurarla", ejemplificó.
Los cables pueden ir en el interior del edificio o por afuera; se los puede ocultar con un durlock o dejarlos a la vista, tal como precisó Tosoni.
Si bien el desarrollo teórico del proyecto pertenece al ingeniero, para poder lograr la validación experimental se contó con el apoyo del Instituto Superior Tecnológico (Insutec).
"Gracias al instituto logramos firmar un convenio con la Universidad de San Juan, donde tienen una mesa vibratoria, que nos permitió llevar este sistema a una escala importante y evaluarlo", relató el profesional quien confirmó que los resultados fueron excelentes.
Esta validación les permitió poder presentar la iniciativa a nivel internacional en el Setessa 2012 en Chile, un congreso que nuclea a investigadores de todo el mundo que evalúan el comportamiento de las estructuras de acero en áreas sísmicas.
"De 1.000 trabajos que se presentaron fuimos elegidos entre los 150 mejores para mostrar y publicar", destacó.
Ponerlo en práctica
Para que esta "invención disruptiva" -como Tosoni la denomina- pase a ser una verdadera innovación, hace falta que el sistema se lleve a la práctica en algún edificio de la provincia.
"Hemos hecho la teoría y el experimento, ahora queremos hacer los detalles de ingeniería y que le llegue a la sociedad", subrayó el experto.
Para que este anhelo se convierta en realidad es fundamental difundir el concepto y sobre todo que se conozca en los ámbitos políticos: "Queremos que llegue a oídos de los funcionarios porque son los que tienen que velar por nuestra seguridad ", expuso Gabriel Duperut, rector del Insutec y organizador, junto al Consejo Profesional de Ingenieros y Geólogos de Mendoza (Copig), de una charla para dar a conocer el proyecto.
Proyección mundial
Una vez que este sistema se extienda en la provincia, Tosoni desearía que se venda en otros países.
"Es una ingeniería mendocina que podemos exportar al mundo", recalcó.
Esta propuesta, además de utilizarse para adaptar edificios ya construidos, puede emplearse para dar seguridad a nuevas construcciones y para refaccionar aquellas que durante algún sismo fallaron pero no colapsaron.
"Puede ser una respuesta para recuperar un edificio antes de demolerlo. Como sucedió con gran cantidad de inmuebles luego del terremoto de Chile en 2010", señaló y agregó que también puede ser de gran utilidad en construcciones altas para controlar la incidencia del viento.
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Proponen sistema de tensores para "rehabilitar” edificios
El proyecto, elaborado por un ingeniero mendocino, pasó la etapa de validación y espera poder ser llevado a la práctica para asegurar los inmuebles de más de 25 años.
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