El ex dirigente viñatero Miguel Montaña impulsa en el Congreso de la Nación un proyecto de ley para que los obreros de viñas y frutales se jubilen a los 57 años, un anhelo que el sector considera "un acto de justicia" para una actividad que suele ser relegada en sus derechos.
"El trabajo en la viña es muy sacrificado y cuando el obrero rural se acerca a los 60 años, se hacen más frecuentes las enfermedades y los dolores", cuenta Montaña, que fue dirigente del Sindicato de Obreros y Empleados Vitivinícolas (Soeva) en San Martín durante 27 años y número dos a nivel nacional de la Federación de Obreros y Empleados Vitivinícolas y Afines (Foeva) hasta 2013.
“A esa edad, los partes médicos se vuelven comunes para los viñateros, una actividad que requiere mucho esfuerzo y que se hace todo el año a la intemperie, debajo del sol de enero y de la helada de junio”, cuenta el dirigente, y completa: “Es por eso que pedimos bajar a 57 años la edad de jubilación, tanto para hombres como para mujeres”.
Hoy, el régimen jubilatorio para el obrero de viña es de 65 años para el hombre y de 60 años para la mujer. "La verdad es que dentro de nuestro rubro muy pocos llegan a disfrutar algo de la jubilación. En Soeva hicimos hace unos años un diagnóstico del tema y llegamos a la conclusión de que solo cuatro de cada diez obreros de viña llega a vivir algunos años con la jubilación. La mayoría, lamentablemente, se muere antes".
Montaña es la cuarta vez que impulsa un proyecto en el Congreso para bajar la edad jubilatoria, algo que ya han conseguido otros sectores como el de la construcción o el obrero de campo. "Pedimos bajar la jubilación a los 57 años y con 25 de aportes; es un reclamo que incluso el empresariado acompaña, porque ellos saben que los problemas de salud que la edad acarrea en este oficio terminan complicando también al patrón. Cuando pasan los 50 años, por el desgaste físico, no rinden lo que tendrían que rendir".
Mario es tractorista en Tres Porteñas y cuenta que aprendió cuando tenía 20 años y que desde entonces lleva otros 20 manejando tractores. “Es duro estar arriba del tractor y el tiempo te lo hace sentir; yo hoy tengo 43 años, várices y problemas de columna”, cuenta, y dice que no se ve otros 20 años en la viña, “aunque por ahora muchas opciones no tengo”.
En invierno y con temperaturas bajo cero es tiempo de poda en las viñas, una tarea que por lo general se paga al día. “Hoy, con los descuentos, un obrero de viña gana poco más que un jubilado de la mínima. Así de mala está la situación para el sector”.
Miguel Montaña sabe de las pocas chances que su proyecto tiene y de hecho comenzó con esta idea en 2009, cuando envió al Congreso el primer proyecto referido al tema. "Esta es la cuarta versión de la ley que armamos para el Congreso, y con un grupo de personas que vemos la gran injusticia que existe con el viñatero, volvemos a insistir, esta vez motorizado el proyecto a través del diputado Diego Bossio".