Por Rodolfo Cavagnaro - Especial para Los Andes
La Cepal (Comisión Económica para América Latina) dio a conocer el miércoles una revisión de sus pronósticos de crecimiento para 2015 para los países de la región, anunciando que prevé un magro crecimiento de 0,5% en promedio, con comportamientos dispares. El estudio pronostica que Argentina crecerá 0,7%, Chile 2,5% y Colombia 3,4%, mientras México empujaría a los países de Centroamérica con un 2,4%. Mientras tanto se espera una caída de Brasil del 1,5% y Venezuela se hundiría un 5,5%. El mejor desempeño se espera para Panamá, con un 6%.
Las causas expresadas serían la menor actividad económica en China y el mundo desarrollado, pero a su vez una caída de las inversiones y menor actividad interna, incluido el consumo, que han generado una parálisis en la creación de nuevos puestos de trabajo y mayor desempleo.
Pero, por otra parte, se observa una caída generalizada de los precios de las materias primas, de los que los países de la región son exportadores; al caer sus ingresos, los ciudadanos de esos países comienzan a sentir una suerte de "efecto pobreza".
La caída de estos precios se debe a un cambio de los inversores que han preferido dejar de invertir en estas materias primas ante los anuncios de la Reserva Federal de EEUU de un comienzo de ajuste de tasas de interés, después de permanecer más de 8 años con valores cercanos a 0.
La otra consecuencia ha sido la devaluación de las monedas regionales, las que pierden valor frente al dólar. En lo que va del año, las que más perdieron fueron el real (26%) y el peso colombiano (20,4%). A estos datos deben sumarse el descenso del 10,3% del peso mexicano, el 9,8% del peso chileno y el 7,15% del nuevo sol peruano. Entre ellos, el peso argentino, en su cotización oficial, se devaluó un 8,4%.
Varios analistas coinciden en señalar que ha sido más importante la política monetaria de la Reserva Federal, al anunciar subas en las tasas, que cualquier otro factor, tanto en la caída de los precios de las materias primas como en las devaluaciones de las monedas. Incluso relativizan el impacto de China que, si bien no crece al 8%, lo hará al 7%.
En esta realidad todos esperan qué decisiones tomará el gobierno argentino ya que no son presiones sectoriales o problemas de costos internos derivados de la inflación los únicos que influyen, sino que aparecen factores externos no manejables pero con clara influencia en la región.
En una comunicación del miércoles, también, la Reserva Federal anunció que si la economía de EEUU sigue mostrando dinamismo y dependiendo del comportamiento de China, en setiembre podría comenzar a subir las tasas. Pero lo grave es que podría ser seguido por el Banco de Inglaterra. Así, habría un mayor interés de los inversores en tomar posiciones en dólares o libras esterlinas que en activos de países emergentes. Habrá que pasar la tormenta.