Se prevé que los vehículos autónomos inicien una nueva era de movilidad, seguridad y comodidad. Pero también habrá un problema de acuerdo con los investigadores: la gente los usará demasiado.
Expertos prevén que los vehículos robot llevarán a los niños al colegio, sus clases de baile o de béisbol. Los ancianos y personas con discapacidad podrán trasladarse más fácilmente.
Los usuarios del transporte público podrán trabajar, dormir, comer o ver películas camino a la oficina.
También es posible que la gente se quede en su casa mientras envía a sus vehículos a recoger las provisiones que pidieron por internet.
Los investigadores creen que el número de kilómetros manejados se disparará. Lo que es menos cierto es si eso significará también un aumento en el tráfico, pero es una clara posibilidad.
Gary Silberg, experto en el sector automotriz de la firma KPMG, lo compara con la llegada de los smartphones. “Será algo indispensable en la vida. Todo tipo de cosas que hoy no nos podemos ni imaginar'', señaló.
Los vehículos que se manejan solos, aunque bajo condiciones limitadas, podrían estar disponibles dentro de cinco o diez años. Mientras que los modelos capaces de conducirse bajo casi cualquier condición llegarían en unos 10 o 20 años.
Basada en grupos de estudio en Atlanta, Denver y Chicago, la firma KPMG prevé que los servicios autónomos de “movilidad bajo demanda” –piensa en Uber y Lyft sin conductor– se incrementaría a doble dígito por los viajes que realicen personas en dos grupos de edad, aquellos mayores de 65 años y los de 16 a 24 años.
En Estados Unidos los vehículos recorrieron 4,9 billones de kilómetros (3,1 billones de millas) el año pasado. El aumento en los viajes que harán esos dos grupos de edad incrementaría los kilómetros recorridos en unos 3,2 billones de kilómetros (2 billones de millas) anualmente para el 2050, calculó KPMG. Si los vehículos autónomos andan circulando solos, esa cifra podría duplicarse.
Y si la gente de edad media, que es cuando más conduce, también incrementa sus viajes, esa cifra anual total podría llegar a casi 13 billones de kilómetros (8 billones de millas). “Esto podría ser masivo”, agregó Silberg.
Por otra parte también se espera que los vehículos sin conductores vuelvan los trayectos más seguros y económicos.
Como los errores humanos son 90% culpables de los accidentes vehiculares, se espera que los autos autónomos reduzcan drásticamente los accidentes y con ellos baje también el costo de seguros y reparaciones.
Pero el mejor ahorro es el tiempo del conductor, de acuerdo con Don MacKenzie, experto en transporte de la Universidad de Washington. Ese costo baja drásticamente cuando la gente usa el tiempo de los trayectos en algo productivo o en otras tareas.
“Estamos hablando de una tecnología que promete viajes más seguros, económicos y convenientes. Y cuando uno piensa en eso, es lógico esperar que la gente va a querer hacer algo más con ello”, agregó MacKenzie.