"El Camino: una película de Breaking Bad", cinta que da continuidad a la popular serie que relataba la historia de cómo un profesor de química y su exalumno se metían de lleno en el negocio del narcotráfico "cocinando" metanfetaminas, estrenó hoy a través de la plataforma de Netflix y las críticas fueron mayoritariamente positivas.
Según el sitio web Rotten Tomatoes, la calificación es casi perfecta, consiguiendo un 96% sobre un total de 26 críticas; y en IMDb cuenta con una puntuación de 8.8 de más de nueve mil usuarios. Por otro lado, en Letterboxd, llega a 3.5 sobre cinco estrellas.
En cambio, según el especialisita Pablo O. Scholz, de Clarin, afirma que "la pelicula está bien pero no a la altura de lo que fue la serie creada por Vince Gilligan". A su vez, agrega que el creador de la serie y que dirigió los episodios más importantes, no logra que "El Camino" tenga el ritmo y la tensión del final de la serie, hasta que llega la última media hora.
"Lo que sorprende de 'El Camino: una película de Breaking Bad' es su falta de ambición en general. Hay una historia que contar y se cuenta. Y punto. Pero es decepciona ligeramente en el cómo contarlo tanto a nivel argumental como a nivel técnico", subrayan desde el sitio Espinof.
Mucho se ha especulado sobre lo que ofrecería Vince Gilligan (creador de la serie) en este regreso a 'Breaking Bad' en forma de película. Sabíamos que estaba protagonizado por Aaron Paul en su papel de Jesse Pinkman pero el resto de detalles se nos ha mantenido ocultos hasta que Netflix ha estrenado las dos horas que dura 'El Camino'.
La película comienza justo donde acaba la serie: Jesse escapa del cuartel nazi en un coche modelo Camino (de ahí el título de la película) para refugiarse en casa de Skinny Pete (Charles Baker). Una vez recuperado comenzará su plan para huir pasa siempre de Alburquerque, lo que implica dinero y medios que no tiene a su alcance... en un principio.
Durante las dos horas del film nos encontramos con la narración, en forma de flashback, de su cautiverio por parte de la banda del tío Jack, su trato con el personaje de Jesse Plemons, y las consecuencias de ello.
El propósito es contar la historia jamás contada de Pinkman y su ansia por quedar libre para siempre tanto literal como figuradamente. Es, además, abordar ese gran cabo suelto de una serie que prácticamente ató casi todo lo que se tenía que atar a lo largo de sus poco más de sesenta episodios. Y en este sentido funciona.