Si todo sale de acuerdo a lo previsto, hacia mediados de junio el Gobierno junto a los propietarios y choferes de taxis y remises sabrán si el sistema para pagar con una tarjeta recargable los recorridos sería viable en Mendoza.
Y en el caso de que esto se compruebe, la nueva modalidad comenzaría a ser utilizada a más tardar en setiembre.
Es que si bien las
pruebas para evaluar la efectividad de esta forma de pago
-destinada a evitar el manejo de dinero a bordo de las unidades- comenzaron el mes pasado, desde el Gobierno adelantaron que aún restan 20 días más, de los 60 que estaban programados para esta etapa de prueba.
En total, el Ministerio de Transporte determinó que la evaluación se realizaría en 20 taxis de los 1.200 que se desplazan por la provincia.
El objetivo, según explicó el ministro Diego Martínez Palau, consiste en probar que todos los datos y montos que los choferes ingresan al sistema queden registrados de manera efectiva, para que luego ellos puedan cobrar el correspondiente reintegro de lo recaudado en no más de 24 horas.
"Lo que se busca con estas pruebas es lograr que los choferes y propietarios pierdan el miedo a utilizarlo. Ellos habían planteado la posibilidad de demoras en el pago de la recaudación. Pero hasta el momento la experiencia ha sido positiva", aseguró el funcionario.
En líneas generales, lo que se está probando es la agilidad del sistema de comunicaciones que se requerirá para la real aplicación del pago con la tarjeta recargable.
Desde Aprotam (entidad que nuclea a los dueños de los coches) confirmaron que por ahora se están evaluando todas las dificultades que puedan surgir.
"Seguiremos puliendo algunos aspectos, pero en general estamos avanzando bastante", explicó Saez.
El Sistema Único de Boleto Electrónico (SUBE) sería un homólogo de la Red Bus, al menos para los usuarios de los micros, quienes deberán contar con la carga suficiente en su plástico para poder subir a bordo de un taxi o remis.
Lo cierto es que por ahora, los vehículos en los cuales se efectúan las pruebas piloto siguen recibiendo el dinero en efectivo por parte de los pasajeros, al igual que el resto. La diferencia es que ellos cargan de manera "virtual" una suma al sistema y allí queda registrada la operación.
Una vez que concluya esta etapa en la implementación del sistema prepago, el Gobierno deberá acordar con la empresa a cargo del servicio (Atos, un paquete accionario de Siemens, la misma a cargo de Red Bus) la disponibilidad de puntos de carga y recarga para los usuarios.
En ese sentido, Palau adelantó que la idea sería acordar con la compañía prestataria la posibilidad de integrar un sistema dual. Esto significa que en los mismos lugares donde se carga la tarjeta para el colectivo, sea posible hacer lo mismo con la SUBE.
Seguridad por Ley
Garantizar los recursos necesarios para minimizar el riesgo de que los taxistas y remiseros sean víctimas de asaltos no fue una decisión tomada al azar.
En noviembre del año pasado, la Legislatura aprobó una Ley que estipula una serie de medidas de seguridad destinadas a proteger a los trabajadores. A fines de setiembre, se cumplen los 180 días hábiles para que comience a regir.
Justamente, uno de los aspectos destacados de esta normativa provincial fue la instalación de un sistema para que los choferes no lleven efectivo mientras trabajan.
Esa responsabilidad, según la normativa que luego fue reglamentada por el Gobierno, corresponde de hecho al Ministerio de Transporte.
Junto a los empleadores y propietarios de las unidades (quienes habían presentado un amparo que fue denegado por la Justicia) el Gobierno también debe hacer cumplir otros aspectos de la Ley igual de importantes.
Así, dos recursos se suman a la aplicación de la tarjeta prepaga: la incorporación de las mamparas de seguridad que separen al conductor de los pasajeros y la utilización del GPS en las unidades. En ese sentido, el único que se aplica es el segundo, en tanto que la malla protectora sigue siendo un tema a resolver (ver aparte).
Además, la Ley estipula que los conductores deben tener a la vista una credencial que permita identificarlos.
Según aclararon desde Aprotam, esta medida se está cumpliendo en parte, ya que "las identificaciones se están imprimiendo" y por eso no se ven aún en todos los taxis y remises que circulan por Mendoza.
