El año pasado, en la tucumana Tafí del Valle, el elector se encontró en el cuarto oscuro con una oferta de más de cien papeletas. En otras localidades de la misma provincia, el promedio fue menos abrumador: 50 boletas electorales. Sobre 52 domingos de 2015, en más de 30 hubo elecciones en distintas provincias y ciudades del país.
La desmesurada oferta electoral tucumana y fenómenos similares en otras provincias, además del extenso cronograma electoral, son algunos de los puntos que el Gobierno nacional pretende modificar de cara a las elecciones legislativas de 2017. Por de pronto, según confirmó a este diario Adrián Pérez, secretario de Asuntos Políticos del Ministerio del Interior, “existe consenso para implementar la boleta electrónica”.
El Gobierno nacional tiene en su agenda la llamada “reforma político-electoral”. Ya hubo reuniones con los partidos políticos y también con representantes de las provincias. La opinión de los gobernadores es clave: varias de las reformas pensadas en la Casa Rosada solo podrán avanzar si se llega a un consenso con las provincias.
Algunos de los cambios maduran mejor que otros y el Gobierno confía en aplicarlos. “Hoy estamos convencidos de que la boleta electrónica llega al 2017. Creemos que ha habido un consenso importante con las provincias.
Las experiencias en Ciudad de Buenos Aires, Salta, San Luis, hizo que desde la política haya aceptación de este sistema. En Salta, por ejemplo, se decidió hacer el conteo por urnas y el escrutinio definitivo dio igual que el provisorio”, dijo Pérez.
-¿Qué hay respecto a las objeciones al voto electrónico planteadas en otros países?
-Siempre se pone el ejemplo de Alemania. Pero fue otro el problema. Allí se entendió que el ciudadano no tenía manera de comprobar el destino de su voto. Se trataba de un sistema completamente electrónico, sin un papel de respaldo del voto, que es lo que tiene el sistema que queremos extender a todo el país (en Buenos Aires, la máquina expide un papel que sirve de resguardo al votante).
-¿Cómo se piensa resolver la multiplicidad de boletas?
-Uno de los puntos de la reforma es 'el instrumento de votación'. Argentina es uno de los pocos países que tiene el sistema de boleta múltiple. Si tomás 104 países, con análisis al respecto, casi el 90 por ciento tiene un sistema de boleta única. Esta puede ser en papel o electrónica.
-¿Qué beneficios trae el sistema de boleta única?
-En estos casos, la oferta electoral para que elija el ciudadano la provee el Estado, no los partidos. El sistema de boleta múltiple en papel era un esquema pensado para grandes estructuras partidarias que repartían las boletas y tenían capacidad para fiscalizarlas luego. La elección del ciudadano, en parte, dependía de la capacidad del partido para distribuir, controlar y fiscalizar las boletas.
-¿Y por qué electrónica y no de papel?
-El voto en pantalla es más simple aún que el voto con la papeleta única, sobre todo cuando tenés una oferta electoral muy grande. Santa Fe está avanzando de la boleta única en papel a un proceso digital. Y Córdoba también en algunos departamentos, después de haber partido de la boleta única en papel. El voto es en una máquina pero con un respaldo de papel. No es un “voto electrónico” puro. El sistema te permite tener un escrutinio provisorio, uno definitivo, control posterior, con muchas garantías. El resultado provisorio lo tenés temprano.
-¿Cuándo espera el gobierno discutir los temas de la reforma electoral y política en el Congreso?
-Esperamos en abril estar presentando algún proyecto para que discuta el Congreso. Si queremos tener algún efecto en 2017, no se puede ir este año sin tener avances. Si vas a implementar el sistema de voto electrónico eso requiere un tiempo de implementación, de capacitación, de conocimiento para la ciudadanía, de poner en marcha procesos licitatorios.
El desorden provincial
La simplificación del cronograma electoral será más complicada de implementar. “Esto forma parte de un acuerdo político -admite Adrián Pérez. La fecha de elecciones es una potestad de las provincias”.
Marcelo Leiras, investigador del Cippec (Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento) tiene una opinión al respecto: “No creo que sea un problema votar seguido. Tampoco creo que la competencia electoral extendida distraiga a los funcionarios y partidos políticos”.
Según el investigador, “una de las propuestas es votar cargos nacionales y provinciales el mismo día en todas las provincias. Si así ocurriera es más probable que haya congruencia en los resultados: le va bien a los aliados del gobierno nacional cuando éste es popular y bien a la oposición cuando no. Si las elecciones se hacen en fechas separadas, es más sencillo que los votantes juzguen a cada gobierno por separado”.
Se sabe: en las provincias donde el Ejecutivo puede fijar las fechas, el cronograma suele ajustarse por pura conveniencia política.
“Una posibilidad es fijar una fecha y que las provincias adhieran. La opción B es fijar una fecha nacional y que las provincias coincidan en otra fecha, pero todas juntas. Aún en los países más federales, hay previsibilidad electoral para el elector. Está bien que el gobierno provincial establezca sus fechas, pero no sé si es tan razonable que todos los gobiernos cambien permanentemente esas fechas. Hay que encontrar el equilibrio. Cuanto mayor nivel de discrecionalidad dejás, peor es. Pero, insisto, esto hay que acordarlo con las provincias”, dijo Pérez.
Los objetivos
1) Instrumento de votación. Pasar del sistema actual de boleta múltiple a un sistema de boleta única, sea de papel o electrónica.
2) Autonomía y autarquía para la actual Dirección Nacional Electoral. Como ejemplo se cita el Instituto Federal Electoral de México. Inconveniente: la Justicia Electoral, la otra pata del sistema, perderá influencia.
3) Cronograma electoral más ajustado. Difícil de establecer: las provincias definen sus fechas electorales. En algunos casos, por mandato constitucional local.
4) Reglamentación por ley de un debate presidencial obligatorio. "La experiencia de la última elección fue buena, incentivada por las ONG", dicen en el Gobierno nacional.
5) Restricción a la cadena nacional en época electoral.
6) Respeto al plazo establecido por ley para las campañas electorales. "Lo único que se respeta es el plazo para la publicidad de las campañas, pero en cartelería y otro tanto, las campañas arrancan un año antes", dice el Gobierno.
7) Limitación de las reelecciones a los cargos ejecutivos. Y limitación a lo que hoy es ley de lemas, colectoras, acoples, para evitar situaciones complejas como la elección tucumana.
8) Regulación de la transición democrática. Debe fijarse por ley qué obligaciones le corresponden al gobierno que se va y qué al gobierno que viene.
9) Financiamiento de los partidos políticos. La reforma electoral de 2009 intentó mejorar y reguló con cierto éxito el financiamiento en la publicidad electoral. En el Gobierno creen que falta más regulación para el financiamiento de los partidos políticos.
Dudan si las PASO deben ser obligatorias
En la ronda preliminar para discutir la reforma electoral, surgió de parte de los partidos la necesidad de revisar las primarias.
“No hemos logrado ahí un criterio de consenso -reconoció Adrián Pérez-. Hay mucha diversidad. Córdoba plantea básicamente la no obligatoriedad. El ministro de gobierno cordobés (Juan Carlos Massei) nos planteó que no debería ser obligatorio. Hay partidos que también han planteado la no obligatoriedad para la primaria partidaria. Que el partido que quiera tenga su primaria y el que no, no. Otros plantearon la necesidad de que haya fórmulas abiertas en las primarias para que el que pierda puede completar la fórmula del que ganó. Otros directamente quieren eliminar las primarias. Muy diversas fueron las miradas. Es un tema que surgió sin que nosotros, desde el Gobierno, lo planteáramos. Córdoba lo planteó. El ministro de gobierno y también el gobernador Schiaretti plantearon su oposición a la obligatoriedad”.