La eliminación de las retenciones en la vitivinicultura, junto con la defensa de la ley del mosto y mejoras en el costo de los fletes, además de la licencia social para cualquier proyecto relacionado con el agua y la minería, son las propuestas centrales que Sergio Massa define para Mendoza en caso de ser el próximo presidente. Prevé, además, una relación más que cordial con el próximo gobernador, el radical Alfredo Cornejo.
-¿Cuáles son sus propuestas para el sector vitivinícola?
-Tenemos tres propuestas: eliminación de retenciones; defensa de la ley de mosto con relación a nuevos mercados, que permitirá agregar un nuevo negocio al productor a través de los azucarados, de modo que la fruta también pueda participar en el negocio de los endulzantes y un mecanismo de compensación del flete por kilómetro para evitar la pelea por un precio sostén.
-¿Qué otras propuestas específicas tiene para el conjunto de la economía mendocina?
-La definición del conflicto del Atuel y el río Colorado para poder ampliar la superficie productiva, junto con el paso a Chile. Son asuntos estructurales.
-Para el caso del petróleo, ¿mantendrá los precios sostén acordados por YPF con las provincias?
-No tenemos otra alternativa para mantener la productividad mientras el mundo esté en medio de la pelea por el valor de producción del barril. Argentina necesita mantener los niveles de producción del petróleo porque necesita diversificar su matriz energética. También de obras en centrales hidroeléctricas.
-¿Qué modelo de explotación minera propone? Mendoza es particularmente sensible a esta actividad.
-Sobre dos temas los mendocinos hacen mucho hincapié. Uno es el del agua, que está en la Constitución provincial. El otro es el de la licencia social: cualquier actividad tiene que contar con la aceptación de la comunidad local. La minería necesita de esa licencia social. Hay también un tema de policía ambiental, ausente hoy en el Estado argentino, como de agencia de control ambiental con participación de las provincias que nosotros pondremos en marcha.
-Desde la reforma de 1994 está pendiente una nueva ley de coparticipación. ¿Usted prevé avanzar en ese sentido?
-La discusión de la coparticipación es una discusión de pobres porque lo que ha pasado es una concentración en los impuestos. Hoy, de cada cien pesos que un mendocino paga por impuestos, 76 se los lleva Cristina. Primero hay que discutir cómo reconstruimos el 50-50. Y después, de qué nos hacemos responsables Nación, provincias y municipios.
-¿Piensa que debe continuar la delegación de funciones a las provincias que se hizo en los '90?
-Es que se tiraron responsabilidades por la cabeza sin transferir recursos. Hay que construir un camino que devuelva el equilibrio entre la Nación y las provincias, y eso no se hace de un día para el otro. La ley de coparticipación es una pequeña parte de la discusión. Mucho más importante es desconcentrar desde el punto de vista tributario al Estado nacional.
-¿Cómo será su relación con Cornejo si usted es electo?
-Nosotros apoyamos su candidatura, garantizamos el triunfo en algunos lugares donde históricamente le costó mucho avanzar al radicalismo. A partir de haber confluido radicales, peronistas y otros sectores políticos, se consiguió construir una nueva mayoría en Mendoza. Tengo una relación de mucho aprecio con Laura Montero, y Cornejo sabe que si me toca gobernar, tendrá un presidente que lo va a ayudar a resolver los problemas de los mendocinos.