Por José Luis Toso - jtoso@losandes.com.ar
Lo más fuerte del final de la campaña en Mendoza se vivió en la semana que finaliza con la visita de varios presidenciables. Obviamente, la mayor atención recayó en Daniel Scioli y Mauricio Macri. Ambos tuvieron un paso fugaz por la provincia pero dejaron mensajes políticos y apoyo a sus candidatos nacionales.
Los cuatro días que restan, a partir de mañana, hasta la entrada en vigencia de la veda política previa a las PASO tendrán sólo protagonistas locales que buscan comenzar a posicionarse para la elección general de octubre.
Tal vez lo más significativo de la presencia de los principales presidenciables haya sido la coincidencia en cuanto al apoyo a Cornejo; tanto Scioli como Macri dijeron públicamente que si son electos presidentes priorizarán obras para esta provincia y, obviamente, conversarán con el hoy todavía mandatario electo.
“Soy profundamente respetuoso de la voluntad popular y con la actitud de privilegiar el conjunto por sobre lo partidario, me reuniré con el gobernador electo por el desarrollo de Mendoza”, dijo el martes el titular del Ejecutivo bonaerense en una muy bien armada apreciación ante los periodistas.
Sin duda, un buen gesto en lo institucional, que, reconocen hasta los propios sciolistas, va marcando lentamente el estilo con el que Scioli quiere ir diferenciándose del kirchnerismo.
Aclaran quienes comparten la campaña con el bonaerense que la misma actitud que tuvo aquí con Cornejo mostró ya en otros lugares y citan como ejemplo a Córdoba, donde con el gobernador electo Schiaretti tuvo una promesa de acercamiento similar, prometiendo si es Presidente dar una vuelta de página con respecto a la mala relación que el kirchnerismo ha tenido con la provincia conducida por José De la Sota.
Si gana en octubre, Scioli espera sentarse a hablar con Cornejo de lo que le prometió a Bermejo en junio, cuando vino pocos días antes de las elecciones provinciales. En aquella oportunidad el presidenciable del Frente para la Victoria firmó un acta compromiso para construir 20 mil viviendas en cuatro años, además de la ejecución de los diques Los Blancos y Portezuelo del Viento y el gas natural para Malargüe, entre otras iniciativas.
Un buen gesto: trasladar a un gobernante de distinto signo político lo que prometió al de su mismo color. Sin embargo, también habría que consultarle a Scioli qué opina de la delicada situación financiera de Mendoza, cuando todavía está en manos de un gobierno amigo suyo, con serios inconvenientes para cumplir con sus compromisos de pago y que tiene a proveedores con el agua al cuello por la enorme incertidumbre generada.
En el frente Cambiemos, en especial en el radicalismo, no vieron mal esta promesa de Scioli a Cornejo si llega a la Presidencia y creen que “lo que pasa es que debe advertir que hay poca respuesta en su propio espacio”, dijeron pensando en la contienda en las urnas del próximo domingo.
Precisamente, por el lado de la oposición, la llegada de Mauricio Macri fue lo más saliente. Tuvo gran valor político la presencia del referente porteño en Las Heras, uno de los lugares emblemáticos del justicialismo mendocino, en el que la coalición encabezada por el radicalismo obtuvo un histórico triunfo el 21 de junio.
Otro detalle singular fue la foto de unidad que mostró a Macri y Cobos compartiendo la recorrida departamental junto a los principales candidatos a cargos nacionales que ofrece para esta nueva elección el espacio Cambiemos.
Aquí también hubo buen trato para Cornejo, en este caso de parte de Macri, que le prometió al gobernador electo trabajar “codo a codo” si llega a la Casa Rosada porque “hay muchas cosas por hacer”.
El líder del Pro enfatizó en el aprovechamiento del agua y por eso se refirió a los proyectos Luján I y II, que se suman a los anuncios sobre Los Blancos y Portezuelo del Viento que también prometió cuando vino poco antes de la elección provincial que consagró a Cornejo.
A diferencia de Scioli, puede aparecer como obvia esta promesa de Macri al gobernador electo por el hecho de pertenecer al mismo espacio opositor a nivel nacional y al conglomerado que reunió a toda la oposición mendocina como respaldo a la fórmula que encabezó Cornejo.
Pero también hay que tener en cuenta que Macri es consciente de que, si gana, su gobierno no tendrá mayoría de paladar Pro en el Congreso y en ese sentido será prioritario y fundamental para su eventual gestión mantener viva la coalición con el radicalismo y otros partidos. Y en el escenario político que se espera a partir del 10 de diciembre, está claro que Alfredo Cornejo pasará a ser uno de los más importantes referentes, sea cual fuere el distintivo político del futuro presidente.
Además, Scioli y Macri llegaron en la semana a estas tierras poniendo la mirada en los votos que respaldaron el reciente triunfo de Cornejo. El presidenciable del Frente para la Victoria, preocupado ya por ganar la simpatía del electorado independiente, aspira a sumar votos de quienes no conformes con la oferta oficialista local, en junio se volcaron masivamente a favor de Cornejo.
Mientras que Macri pretende mantenerse como buena opción en Mendoza, teniendo en cuenta que tiene como competidor a un radical mendocino, Ernesto Sanz, en una provincia donde la UCR sigue siendo una fuerza política preponderante.
Diálogo interrumpido
En cuanto a la transición provincial, insisten en la UCR que en el oficialismo “no quieren hacer nada”. Y afirman que “todo está” como dijo el diputado Jorge Tanús el día que se anunció que la mesa de diálogo quedaba en suspenso de parte del Gobierno, en una de las mayores contradicciones del propio gobernador Pérez.
Lo que esperan los colaboradores de Alfredo Cornejo en lo relacionado con las cuentas provinciales es que en algún momento haya un cambio de postura en el oficialismo. Preocupa en especial que el Gobierno no se encuentre cumpliendo con muchos de sus pagos y, entre otras cosas, que se acreciente el descubierto con el Banco Nación.
Desde San Rafael, Enrique Vaquié y Martín Kerchner hicieron público en la semana el pedido de una reapertura del diálogo por parte del oficialismo, algo de difícil concreción por el momento.
Es que hay una fría acogida a dicho reclamo; sigue existiendo en el PJ una mayoritaria cantidad de legisladores y dirigentes que sostienen que Cornejo no merece por el momento contemplaciones de cara a su futuro gobierno, porque consideran que con la influencia del godoicruceño en los últimos años el radicalismo ejerció una oposición que puso muchos obstáculos a la gestión de Francisco Pérez.
No obstante, Cornejo y los suyos dejan trascender que no desesperan pese al deseo manifestado de volver a sentarse a ver los números provinciales.
Hay quienes desde el radicalismo aseguran que Vaquié, Kerchner y demás protagonistas de la hoy frustrada transición saben mucho más de lo que se supone del estado de las cuentas públicas provinciales. Pero el futuro gobernador tampoco quiere quedarse quieto y por eso anunció que sigue adelante con su idea de una administración austera y en ese sentido apeló al anuncio de su decisión de reducir a la mitad los cargos políticos.
Curiosas vueltas de la política: menos el peronismo mendocino, todos los presidenciables expresan su deseo de sentarse a dialogar con Cornejo.