Hace 20 días se aprobó una ley provincial que busca mejorar las condiciones de seguridad vial en las rutas de Mendoza. Se trata de la 8.853, que prohíbe la utilización de tachos metálicos en la señalización vial, con o sin relleno, de las obras públicas, tanto las que lleve a cabo el Estado provincial como los municipios. Se trata de elementos muy usados para prevenir a los conductores que transitan por esas zonas en obra, entre ellas la que se lleva a cabo actualmente en el Acceso Sur.
La ley, publicada en el Boletín Oficial el 29 de abril, obliga a utilizar tachos fabricados con materiales deformables al impacto (como el plástico), luminosos, refractarios y que respeten las normas de calidad imperantes en materia de seguridad vial.
Consultados al respecto, los municipios del Gran Mendoza aseguraron que están cumpliendo con la ley cabalmente y que se están utilizando conos reflectivos, cartelería de obra y cintas de seguridad como señal de advertencia en reemplazo de los tradicionales tachos metálicos.
La ley, presentada hace un año en la Legislatura, justifica la prohibición porque los tachos de metal son potencialmente peligrosos para los conductores, sobre todo en las rutas donde van a altas velocidades. Además, advierte que el riesgo se incrementa en el horario nocturno, ya que a veces resultan difíciles de ser distinguidos.
Zona gris
A pesar de lo expuesto, hay un vacío legal -entienden algunos- respecto a aquellas obras que se iniciaron antes de que la ley fuera aprobada. El caso más emblemático es el de la ampliación del Acceso Sur en la mano que va hacia el norte (no así respecto de la que va al sur, que tiene tachos plásticos), ya que allí todavía se encuentran los metálicos poniendo en peligro la vida de los conductores y sus acompañantes.
Recordemos que 12 de abril se reinició la obra que se extiende desde la intersección con el Acceso Este hasta el carril Rodríguez Peña, lo que abarca unos 4 kilómetros. En su momento, se había dicho que la tercera trocha del Acceso Sur fue diseñada para brindar mayor seguridad y comodidad a los 65 mil usuarios que transitan por allí a diario.
La obra está en manos de la empresa Green y pese a ser una ruta de jurisdicción nacional, desde la Dirección Nacional de Vialidad (DNV) aclararon que en un principio la supervisión está a cargo de la Provincia. De todas maneras, aseguraron que se está trabajando para que pase a manos nacionales, al menos desde los controles vehiculares necesarios que requiere la obra.
“No le podemos exigir a la empresa que cambie los tachos metálicos, porque al momento de licitar esa ley no existía. No se puede retrotraer a un momento anterior a la ley. Es un tema vidrioso”, explicaron desde este organismo.
Por otra parte, aseguraron que en las próximas licitaciones si se explicitará este requisito pero que en la actualidad los tachos no son fáciles de reemplazar. “Cuando la empresa cotizó, cotizó con los tachos”, remarcaron.
Por último, desde la DNV plantearon dudas respecto a la utilización de otros materiales y remarcaron que lo que debe cambiar no es la forma de señalizar sino el manejo de los conductores. “Si se superan los 40 km/h en una zona de obras cualquier elemento es peligroso. Lo peor es que no hay alternativas, porque si pusiéramos conos habría que pagarle a una persona para que no se los roben y a la cartelería no se le presta atención”, comentaron.
Por su parte, desde la Dirección Provincial de Vialidad (DPV) explicaron que hasta el año pasado (cuando finalizó la primera etapa de la ampliación del Acceso Sur) se estaban utilizando tachos metálicos y que hasta el momento no tienen otro elemento para señalizar. De todas formas, indicaron que las obras se están reiniciando ahora debido al faltante presupuestario con el que se terminó 2015, por lo que es en este momento cuando se tomará la decisión respecto a la herramienta a utilizar para la seguridad vial.
Piden mallas de seguridad en los accesos
El Senado aprobó esta semana un proyecto de resolución del senador Ernesto Mancinelli, que tiene como finalidad solicitar al Poder Ejecutivo que, a través de la Dirección Provincial de Vialidad, arbitre los medios necesarios para instalar mallas de seguridad en las banquinas de los Accesos Este y Sur, con el fin de incentivar el uso de los puentes peatonales.
Su autor fundamenta que el lunes 4 de enero una adolescente murió atropellada cuando intentaba cruzar el Acceso Este. Este hecho se suma a una larga lista de accidentes viales de este tipo en ambos accesos, en muchos casos con consecuencias fatales.
Es que los peatones utilizan poco los puentes peatonales por falta de costumbre, temor a ser asaltados o simplemente por apuro, y también por la idea de que llegarán más rápido al otro lado cruzando a nivel de los vehículos.