Los tres condenados por el triple crimen de General Rodríguez que se habían escapado el 27 de diciembre último de la cárcel bonaerense de General Alvear ya están nuevamente detenidos, luego de que la policía de Santa Fe capturara ayer en un molino arrocero de la localidad de Cayastá a Cristian Lanatta y Víctor Schillaci.
Los atraparon a sólo 500 metros de donde había sido arrestado el sábado Martín Lanatta tras un vuelco de la camioneta en la que escapaban. Víctor Schillaci y Cristian Lanatta estaban agotados, barbudos y no tan flacos como su cómplice, y tenían en su poder un fusil FAL, con municiones, dos pistolas 9 milímetros y una suma de dinero cercana a los 300 dólares y 100 pesos.
Se disfrazaron de empleados de la arrocera, se pusieron a tomar mate mientras tomaban a un empleado como rehén y querían las llaves de las camionetas para irse hacia la ciudad de Reconquista, con el objetivo de llegar a Paraguay.
Ahora, a quince días de la fuga, los asesinos condenados por el homicidio de Sebastián Forza, Damián Ferrón y Leopoldo Bina en 2008 volvieron a prisión.
Al igual que Martín Lanatta, su hermano Cristian y Schillaci fueron de Cayastá a los tribunales porteños de Retiro, le dijeron al juez federal Sergio Torres que tenían problemas de salud, y fueron llevados al penal de Ezeiza, aunque se cree que serán separados y trasladados a otras unidades penitenciarias.
Tras los cortocircuitos políticos del sábado con la errónea difusión de tres capturas, autoridades nacionales, bonaerenses y santafesinas aparecieron todos juntos en la localidad santafesina de Sauce Viejo, para celebrar la captura de los evadidos que faltaban, y ratificar que buscarán a los cómplices de la fuga y a los que sembraron las “pistas falsas”.
Pero también hubo una sintonía a la hora de anunciar que irán por “las cabezas de estas organizaciones” y apuntar al empresario Ibar Pérez Corradi, ideólogo de la masacre de General Rodríguez, buscado por Estados Unidos por otra causa y prófugo desde hace 44 meses. (Ver página 3)
El final de la fuga ocurrió ayer por la mañana y el encargado de dar la primicia fue el vicegobernador de Santa Fe, el radical Carlos Fascendini, a las 8, quien celebró la intervención de la policía de la provincia en las capturas.
Todo ocurrió en la arrocera Spalletti, a unos cuatro kilómetros de Cayastá, sobre la ruta provincial 1, cuando el empleado Franco Martín fue hasta el lugar de su trabajo pero acompañado de la policía -por consejo de su jefe, de vacaciones en Brasil-; y sin la camioneta -por consejo de su esposa, que ahora quiere cobrar la recompensa de dos millones de pesos-.
Martín llegó, los vio y se quiso hacer “el tonto”, según el mismo admitió, para ganar tiempo, pero los evadidos le dijeron: “Vos sabés quiénes somos; nosotros somos los prófugos que anda buscando la policía”.
“‘Si colaborás no te va a pasar nada y estamos detenidos por una causa que no tenemos nada que ver’, me dijeron -contó el rehén-. Me pidieron agua y comida, y la llave de los camiones. Se fijaron las instalaciones y donde estaban las cámaras. Me preguntaron qué ruta era ésta, para dónde quedaba Santa Fe y Reconquista porque querían llegar a Paraguay”.
Añadió que se pusieron los “mamelucos de trabajo”, querían “bañarse y comer”, incluso “unos huesos para los perros” que pensaron que era “asado”, y pidieron “unos mates”: “Pongo la pava, abro hendija de la ventana y vi las fuerzas especiales”, añadió.
Cristian Lanatta -con remera negra- y Víctor Schillaci -chaleco verde de Gendarmería, pantalón negro y un collar- fueron detenidos por las Tropas de Operaciones Especiales (TOE) de la Policía de Santa Fe.
El juez Torres volvió a confeccionar, por segunda vez en 48 horas, los oficios de traslado y los tuvo en su despacho, durante 15 minutos a cada uno, en donde Víctor Schillaci le pidió protección porque decía tener miedo.
Posteriormente, pasadas las 19, y acompañados por un fortísimo operativo de seguridad en el que intervinieron diversas fuerzas federales, los dos recapturados ingresaron al penal de Ezeiza, donde desde el sábado también está alojado Martín Lanatta.
Macri: "Contento pero alerta"
La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, aseguró ayer por la tarde que el presidente Mauricio Macri “está contento, pero alerta” tras completarse la recaptura de los tres acusados del triple crimen de General Rodríguez. “El presidente de la Nación está contento pero alerta”, dijo la funcionaria, quien comentó que el mandatario también le advirtió que “esto es solo un dato, pero dentro de estos próximos cuatro años van a tener muchos episodios así”.
En una conferencia de prensa dada en Santa Fe, Bullrich precisó que el Presidente le dijo: “Estoy contento pero alerta, todos los días trabajando a fondo de la cuestión” en la lucha contra el narcotráfico.